Sincolumna.com, 29 de noviembre de 2004

Héctor Jiménez

Los nuevos protestones del panorama político nacional disfrutan cada semana alimentando el fuego de quienes arremeten contra Las Cerezas, el nuevo programa de TVE que presenta Julia Otero y al que las audiencias están empezando a quemar.

La mecha la prendió UGT (qué curioso) denunciando la pasta que le cuesta al Ente público el programa y la poca rentabilidad que obtiene en forma de televidentes. Y a ello siguieron opinadores sospechosos de odiar al Gobierno ZP y de amar a los populares. Un nuevo lío muy al estilo patrio, sacado de la nada y autoalimentado.

Al tema dinerario ha respondido la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, quien asegura que La Julia recauda por publicidad tres veces más de lo que cuesta su programa, con lo que la rentabilidad quedaría demostrada. Otro tema es el de las audiencias.

Las Cerezas ha cosechado pobres resultados, siempre por detrás de El Comisario y muchas veces de El Peliculón de Antena 3 (el nombre no se corresponde con la realidad), y con ello entramos en el debate de siempre. ¿Debe alcanzar determinado porcentaje de espectadores un programa que se emite en una cadena pública? No a mi juicio.

La rentabilidad es el objetivo de las cadenas privadas, que son empresas y por definición tienen que ganar dinero. Una televisión pública es un servicio al ciudadano cuyo fin es velar por la pluralidad y por ofrecer contenidos de cierta calidad, AUNQUE NO SEAN RENTABLES.

Las Cerezas es una apuesta distinta, eso es innegable. Ningún otro programa apuesta por la entrevista como lo hace La Julia, a dos bandas, con personajes de actualidad, que tienen cosas que contar. Felipe González-Pujol, Samuel Etoo-Luis Aragonés, Rodríguez Ibarra-Carod Rovira... Parejas que suenan bien para aparecer juntos en televisión y que sin embargo no ‘funcionan’ en términos de audiencia.

Seguramente al españolito le interesa más ver berridos, tiros, carreras y besos en pantalla antes que a dos señores hablando de cosas serias. Qué le vamos a hacer, para los que quieran una aburrida entrevista ya está la televisión pública, ¿no?

Si la crítica va dirigida al formato del programa, a su presentadora, a sus contenidos... perfecto. Pero no puede hacerse leña contra cuánto cuesta un programa y lo poco que se recauda por él en forma de share. Eso va contra el principio básico de la televisión pública y denota que quien lo hace tiene intereses ideológicos, partidistas o sindicales en hacerlo.

Ojalá hubiera muchos Las Cerezas en la parrilla de La Primera. Si no gusta el programa, hay otras tres, cuatro o cinco cadenas para elegir.

Por cierto, qué alegría. Probablemente Julia Otero no lo vea así, ya que es catalana, pero el Comité Internacional de Patinaje ha ‘tumbado’ la pretensión de Cataluña de jugar el mundial contra, incluso, España. ZP ha vuelto a ganar. No sé cómo lo hace pero sale vivo de todas. A ver cómo arregla lo de Miguel Angel ‘Desatinos’.


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