Editorial del 6 de septiembre de 2023

Seguro que alguna vez ha sido usuario de Airbnb, la plataforma de alquiler de pisos turísticos presente en el mundo entero. Incluso, quizás, alguno está buscando lugar donde alojarse durante su próximo viaje. Pues deben saber algunas novedades al respecto.

Lo que nació en su momento como una aplicación de economía colaborativa que nos prometía nuevas y emocionantes maneras de viajar y alojarnos, parece que se ha convertido en un peligro para los ciudadanos que viven en esas ciudades.

La primera consecuencia ha sido la desaparición del mercado de alquiler para vivir de miles de pisos mientras se multiplicaban los anuncios turísticos para una o varias noches. Quince años después de su nacimiento la huella de este gigantesco 'boom' se vive y se sufre en las zonas más turísticas del planeta.

Algunos, claro, se enriquecen, pero los nativos de esos lugares son expulsados de la ciudad en la que nacieron y en la que no pueden encontrar donde vivir.

Tras años de luchas en los tribunales, en Nueva York, en la meca del capitalismo, en el santuario del dios mercado, entró en vigor una ley que va a hacer prácticamente imposible que existan este tipo de pisos turísticos. No son los primeros que intentan poner límites a este tipo de plataformas. También lo han intentado ciudades como Lisboa, Roma o París.

Lo sorprendente es la dureza de la ley aprobada en Nueva York, ya que puede hacer cambiar drásticamente el rumbo de este negocio.

 


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