Editorial del 2 de marzo de 2022

La guerra ocupa buena parte de los medios de comunicación y por supuesto de la preocupación de los ciudadanos. Nada es relevante en comparación con lo que nos estamos jugando en Ucrania. Aunque lo veamos desde nuestro confort europeo ese al que aspiran los ucranianos como ayer dijo su presidente Zelenski a los europarlamentarios.

Uno de los que siguió y se emocionó con esas declaraciones fue Luis Garitano al que luego le preguntaremos en JELO lo que va a suponer la guerra para todos nosotros porque hay que hacer mucha pedagogía porque vendrán sacrificios que los dirigentes están obligados a contarnos en voz alta.

Tenemos también la vista puesta en el principal partido de la oposición. Esa batalla por acabar políticamente con Pablo Casado que ha sido de gran crueldad, de salón pero crueldad como ha reconocido el propio defenestrado. Hoy por fin ha ocurrido lo que todos sabíamos que iba a ocurrir desde hace ya una semana. Feijóo ha anunciado su candidatura para presidir el Partido Popular.

Ni él podía imaginar que el tren pasaría por segunda vez. Y esta vez, Alberto Núñez Feijóo lo cogió en medio de la aclamación general de los suyos. Justo el único escenario que le parecía aceptable para cambiar la Plaza del Obradoiro por la calle Génova.

 


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