PRNoticias, 30 de diciembre de 2005

Jiménez Losantos, pese a quien le pese, ha sido el protagonista de 2005. Por un lado, ha logrado revitalizar una emisora que parecía varada desde la salida de José María García, mientras que por otro su radicalismo ha abierto las heridas entre ‘las dos españas’. La salida de Gabilondo a Cuatro supuso el aterrizaje de Francino en la Ser, cadena que ha visto como Gemma Nierga, otro de sus puntales, colgaba momentáneamente los micrófonos para atender a su recién nacido.

Se avecina un relevo jerárquico en la radiodifusión española: confirmado el fracaso de Punto Radio, Don Luis del Olmo (de los pocos en este país que se merecen el título) debería ir pensando en buscar una salida digna a una trayectoria ejemplar. Su proyecto de hacer de la radio de Vocento una cadena competitiva no ha resultado, y con él se han ido al traste personajes como Paco Temprano, entre otros. Julia Otero tratará de levantar el ánimo de Protagonistas a partir del próximo enero.

Gabilondo, cumpliendo órdenes, se marchó a Cuatro con la pesada carga de soportar sobre sus hombros la responsabilidad de ser la cara visible de un proyecto cogido con pinzas. Iñaki para sus oyentes, dejó atrás casi dos décadas de liderazgo en las mañanas de la SER para dar paso a Carles Francino, periodista televisivo reconocido en Cataluña, pero que a nivel nacional adolecía del perfil necesario para reemplazar a un mito. De momento, y según el EGM, se salva de la quema, aunque veremos si logra mantener el legado del actual presentador de Sogecable.

Además de la notable baja de Gabilondo, la SER ha tenido que superar diversas adversidades en 2005: la baja por maternidad de Gemma Nierga, sustituida con solvencia por la chica ’59 segundos’ (Mamen Mendizábal), el paso del eterno suplente Miguel Ángel Oliver a Cuatro (curiosamente, para sustituir a Gabilondo nuevamente) y el auge de Federico, que merece un capítulo aparte.

El pequeño Talibán de Sacristía’, como le bautizara Luis del Olmo durante este año que finaliza, no deja indiferente a nadie: sus dardos envenenados impactan sobre gobierno, partidos políticos, personajes públicos y cualquiera que ose interponerse en su camino, llegando incluso a inquietar a quien le paga (un ala cada vea mayor de la Conferencia Episcopal pide su cese). Sin embargo, este ambiente enrarecido le ha propiciado un respaldo espectacular por parte de la audiencia, que ha provocado un efecto de arrastre hacia otras franjas horarias.

Intereconomía, como no podía ser menos, también se encuentra entre los protagonistas de 2005, al tener que recolocar buena parte de su plantilla en Intereconomía Televisión, cadena nacida tras la compra de Expansión TV al grupo Recoletos.

Sin embargo, y a pesar de Federico, la SER seguirá dominando el planeta de la radio española…al menos hasta el próximo EGM.


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