La Vanguardia, 8 de junio de 2003
JOSEP M. BAGET HERMS
La gala de los premios de la Academia de TV no fue tan polémica como la de los Goya. No obstante, El Gran Wyoming homenajeó a aquellos periodistas de TVE que se enfrentan a la manipulación e Imanol Arias aludió a la guerra de Iraq entre otras notas más o menos polémicas. Los premios concedidos por los profesionales de la televisión han llegado a su quinta edición y reflejan en su palmarés algunas de las grandes tendencias dominantes del medio, aunque orillando cuidadosamente los programas-basura. En la academia no bastan los índices de audiencia y de ahí que la elección se haya centrado en espacios de notable aceptación pero sin renunciar a unos niveles de calidad.
“Cuéntame cómo pasó”, de largo la más galardonada, es el ejemplo más claro de esa línea simbolizada asimismo en el premio a la mejor conductora, que recayó en Júlia Otero, ya al filo de las dos de la madrugada. Júlia recordó de pasada la espinita que lleva clavada todavía a causa de su defenestración de Onda Cero y pronunció unas frases en catalán para agradecer la confianza de la audiencia. El palmarés de la academia, formada sobre todo por profesionales de TVE o que estuvieron vinculados a ella, siempre está aquejado de un inevitable centralismo, ya que en Madrid viven la mayoría de sus miembros. Un problema de difícil solución, aunque Catalunya estuvo presente asimismo en el reparto gracias a Olga Viza, que ha superado su travesía del desierto en Antena 3 a raíz de aquel espectacular desembarco de los hombres de confianza de Telefónica y que ahora van a dejar paso a otros profesionales. Y ahí puede seguir en cambio Olga con la fuerza tranquila de su gran profesionalidad.
La gala, aunque amenizada por algunas actuaciones musicales, fue larga, pero José M.ª Iñigo y Florentino Fernández, con la ayuda de numerosas caras conocidas de la tele, hicieron llevadero el carrusel de felices ganadores. La nostalgia cerró la velada con el premio especial al realizador Antonio Mercero, que quizá habría merecido asimismo el honor del “prime time”.