Carta de una lectora publicada en el diario La Vanguardia el 14 de agosto de 1999

Desde hace cuatro años realizo un programa de radio en una pequeña emisora de Sants y en septiembre comienzo los estudios de Periodismo con la intención de trabajar en este medio.

Pero cuando se producen acontecimientos como el ocurrido con Julia Otero, a muchos no nos cabe más que pensar que, si son capaces de echarla a ella, "apaga y vámonos". Personas como Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo o la misma Julia Otero, por no empezar a citar una larga lista, son los que han conseguido que este mágico medio de comunicación sea muy profesional en nuestro país; pero, sobre todo, son nuestros modelos radiofónicos, los que día a día, con su trabajo, llenan horas de nuestras vidas. Así que si el señor Javier Gimeno, presidente de la cadena Onda Cero, considera que el programa de Julia Otero es "demasiado intelectual y elitista" ("La Vanguardia", 4/VIII/99), es que quizá no ha entendido nada de nada. Y si piensa llenar su parrilla con programas de tarot, ovnis, cotilleos y, en definitiva, con programas poco inteligentes, pues no cuente usted conmigo. Los oyentes españoles no somos tan superficiales ni conformistas: sólo tenemos que apretar un botón para cambiar de emisora. La oferta es sumamente amplia y las intenciones de escuchar buena radio, más todavía. ¿Qué clase de oyentes creen los directivos de Onda Cero que somos?

Ana Belén Herrera
L'Hospitalet de Llobregat


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