Editorial del 18 de octubre de 2023

La verdad es que es difícil abstraerse del horror que vemos y escuchamos en todos los rincones de la actualidad. Vivimos cada día de alguna forma, como si la violencia y el odio que transpira todo el escenario internacional no fuera a afectarnos. Pero la cruda realidad es que cada hora que pasa el riesgo de escalada parece mayor.

No deberíamos pensar que estamos a salvo de todo, porque las consecuencias de tanta sangre acabarán por empapar también nuestro mundo.

Esta mañana hemos visto el encuentro entre Joe Biden y Benjamín Netanyahu, una reunión que se produce horas después del ataque al hospital de Gaza.

Fíjense que hasta la guerra tiene sus reglas, por cínicas que nos parezcan y hay fronteras que no se pueden cruzar, como por ejemplo, bombardear un hospital.

Hoy se están culpando unos a otros, pero ¿cómo saber la verdad en tiempos en que la verdad dejó de importar? Yo no lo tengo claro y creo que uno no se puede fiar de quien sabe exactamente qué ocurrió porque en realidad nadie lo sabe.

 


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