Editorial del 20 de junio de 2023

Durante el primer trimestre del año, los grandes bancos españoles ganaron 5.696 millones de euros, casi un 14% más que el año pasado. Eso está muy bien. La banca es la arteria del sistema y es estupendo que ganen dinero.

Ahora bien, con la candidez que a menudo nos caracteriza nos preguntamos por qué la subida de tipos que afecta a las hipotecas y los créditos se implementan en cuestión de horas y en cambio a los clientes que tienen depósitos, o sea, ahorros, no les han aumentado el interés. Es una bonita ley del embudo: cobro intereses pero no los pago. Lo hemos comentado reiteradamente en nuestro espacio de economía, la anomalía de la banca española que no se produce en otros países dónde sí se está retribuyendo intereses a los depósitos.

Ayer la vicepresidenta Calviño pidió que se remuneren de una vez esos ahorros que tienen los españoles en los bancos. Hoy la patronal de la Banca ha respondido que sí, que vale, que ya lo harán... aunque no porque Calviño lo diga.

Datos a tener en cuenta: somos el sexto país europeo donde menos se retribuye a los ciudadanos por sus ahorros. Una anomalía que se explica por la naturaleza de la banca española: pocas entidades, poderosas y escasa competencia entre ellas. Si les ronda la palabra oligopolio, igual no están desencaminados. Cada mes que pasa cobrando intereses a los hipotecados y no remunerando a los ahorradores en cuenta, mes que aumentan vertiginosamente los beneficios.

Vamos a hablar de esta situación esta tarde en el Gabinete. ¿Estamos en manos de lo que decida el oligopolio bancario? ¿Cómo es la situación en el resto de Europa? ¿Qué puede hacer el ahorrador español ante esta situación? Muchos, ya lo saben, se han lanzado a las letras del tesoro. Lógico. El Estado sí paga interés.

 


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