Editorial del 13 de marzo de 2023

Finalmente, después de un fin de semana de protestas de las que no había precedentes, la sacrosanta BBC, emblema del buen hacer periodístico, ha dado marcha atrás en su decisión de suspender a Gary Lineker. El ex futbolista, que lleva 30 años de colaborador experto, presentando 'Match of the Day' fue apartado de la televisión pública británica por una opinión personal que publicó en sus redes personales. Lineker criticaba la polémica ley anti inmigración del gobierno del Reino Unido, que por cierto, está por ver que sea una ley compatible con los derechos humanos que defiende el derecho internacional.

Según argumentaba el director de la BBC, la cadena tiene desde 2020 una guía sobre las publicaciones en redes sociales que no permitía este tipo de mensajes. Después del escándalo que se ha organizado en Reino Unido este fin de semana, en el que todos los clubes de la Premier se negaron a hablar para la BBC, hace un par de horas la televisión pública inglesa , rectifica.

Como mínimo va a revisar las normas que impone a sus colaboradores. Este es un temazo para el Gabinete, el de las opiniones personales. ¿tienen que ser las mismas que las opiniones corporativas? ¿hay que mimetizarse con los intereses de quién nos paga?¿Dónde queda la libertad de expresión? ¿O también esa libertad de expresión se otorga sólo si coincide con la de la empresa, o corporación o gobierno? Nos lo preguntamos con Ignasi Guardans, Fernando Iwasaki y Elisa Beni.

 


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