Editorial del 2 de febrero de 2022

Hoy se cumplen 100 años de la publicación del Ulises de James Joyce, considerada la obra culmen de la literatura del siglo XX. Una obra de la que George Orwell, por ejemplo, dijo que después de leerla se sentía como un escritor eunuco intentando ser barítono. O Fernando Aramburu que escribió que se puede vivir sin leerla igual que se puede vivir sin una mano o las dos piernas.

Curiosamente es también uno de los libros sobre los que más se miente en entornos ilustrados: mucha gente finge haberlo leído porque reconocer lo contrario les dejaría en mal lugar. Tanto si es "uno de los libros más aburridos de la historia de la literatura universal", que dijo Aldous Huxley, o "condenamente maravilloso", como opinaba Ernest Hemingway, el caso es que la relación con el Ulises representa muy bien el papanatismo general y muy concretamente el papanatismo cultural.

¿Cuándo un libro tan aclamado como poco leído debe considerarse una obra de culto? ¿Quién y cómo decide qué obras nos deben gustar y cuáles se pueden ignorar? El centenario de la obra de James Joyce es solo un punto de partida... ¿Es pecado no haber leído 'El Quijote'? ¿Puedes decir que la Gioconda no es una obra maestra? ¿Alguien puede opinar que la arquitectura del Guggenheim de Bilbao es una patochada?

 


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net