Editorial del 31 de enero de 2022

Siempre nos quedará París es una frase de 'Casablanca' que desde la izquierda se adaptó después a nuestro país vecino Portugal. Así nació 'Siempre nos quedará Portugal'.

Hoy la noticia está allí por múltiples ranzones. El socialista Antonio Costa ha ganado las elecciones con una mayoría absoluta que ha sorprendido a propios, ajenos, adversarios y demoscópicos. No la esperaban las encuestas ni tampoco los aliados de la 'geringonça', que en un alarde de tacticismo, decidieron hace tres meses tumbar los presupuestos y romper el pacto de Gobierno. Un tiro en el pie.

El bloque de izquierda, los comunistas y los verdes, todos los que propiciaron ese adelanto electoral, han pagado por todo eso en las urnas.

Los votantes de izquierda se han unido bajo la bandera del voto útil, mientras que en el otro lado, la derecha moderada se ha hundido frente a la extrema derecha en un país que hasta ahora se había librado de su presencia tóxica en el Parlamento.

 


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net