Editorial del 14 de enero de 2022

Buenas tardes... terminamos la semana como la empezamos, hablando de cerdos y vacas y de Novak Djokovic. El número uno del tenis mundial tenía que estrenarse el lunes en el Open de Australia, pero el verdadero torneo ha terminado disputándose previamente en los tribunales y luego en el despacho del ministro de inmigración.

Ha estado muy reñido pero parece que esta vez Djokovic ha perdido. Las autoridades han cancelado por segunda vez su visado, apelando a la salud y al orden público.

Celebro enormemente haberme equivocado en mis pronósticos y que la justicia prevalezca por encima de los enormes intereses económicos que supone el Open de Australia. Al menos de momento, porque sus abogados han recurrido y su deportación no será inmediata.

 


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