Editorial del 9 de octubre de 2020

Esta noche es la noche ideal para mirar a Marte. No habrá otra oportunidad parecida hasta dentro de 15 años como mínimo. Si la noche es clara en su comunidad no dejen de buscar en el cielo un punto naranja, muy brillante, con el que ese planeta nos va a saludar. Dicen los expertos que se distinguirá perfectamente.

Es recomendable mirar al cielo en busca de Marte porque aquí en la tierra hay otro tipo de marcianadas que nadie con dos dedos de frente alcanza a comprender.

Gobernar es tomar decisiones y las decisiones suelen molestar siempre a algún segmento. El gobierno de Madrid quería llegar al puente del 12 de octubre sin restricciones legales para que determinados barrios de la ciudad -no los del Sur, claro- pudieran marchar de puente. Ayer les aconsejaron que no lo hicieran pero eso dependía ya de la buena voluntad de cada cual.

A media mañana todavía Ayuso pedía tiempo a Moncloa. Diríase que para que llegaran las 3 de la tarde y se pusiera en marcha la operación salida. Pero un cuarto de hora antes el BOE ha publicado el estado de alarma que ha entrado en vigor inmediatamente y que supone volver exactamente a lo que estaba en vigor hasta ayer, pero ya con cobertura legal.

Otros gobiernos del PP, los de Murcia, Galicia, Castilla y León y Andalucía seguramente lo habrán agradecido porque ellos mismos están aplicando restricciones idénticas en su territorio y temían una invasión de visitantes que agravase sus problemas.

Así estamos a las 3 de la tarde. En plena segunda ola de Covid y los políticos pensando en lo suyo que no es lo de todos, sino solo lo suyo.


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