Editorial del 25 de abril de 2017

Ayer en el Territorio Negro de este programa hablamos ampliamente de la operación Lezo y ya nos avanzaron que algún nombre de primera línea saldría también salpicado en breve.

Tan breve que hoy mismo hemos sabido que el ministro de justicia envió un SMS a Ignacio González en el que deseaba que “se cierren pronto los líos”. Después el expresidente de Madrid, habló con Enrique Cerezo -imputado con él en el tema de su ático- y también le contó que “Rafa, le había dicho que lo estaban mirando”. Ya hay petición de la oposición para que comparezca el ministro y dé explicaciones de su SMS.

Sin dejar tribunales, hoy la fiscalía anticorrupción ha pedido prisión para el primogénito de los Pujol, Jordi Pujol Ferrusola.

Como venimos contando, la tranquilidad con la que vive la saga Pujol, ha permitido -según la UDEF- que desde que se inició la investigación de su fortuna en 2012, Jordi Pujol Junior haya movido –para intentar ocultarlos- 30 millones de euros. Pujol Ferrussola no tiene pasaporte desde hace un año pero, por lo que se ve, tampoco hay que salir de España para mover ingentes cantidades de dinero. Falta ver si la fiscalía anticorrupción pide o no prisión incondicional.

Mientras, el presidente del gobierno sigue a 8 mil kilómetros, en Sao Paulo, hablando del valor de la “perseverancia”, y ajeno a unos líos también muy perseverantes que le persiguen.


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