Editorial del 27 de febrero de 2017

De vez en cuando se producen imágenes que uno no sabe cómo analizar.

Esta mañana en la inauguración del Mobile World Congress se han encontrado el Rey Felipe con el presidente catalán, Puigdemont, los respectivos vicepresidentes, Soraya y Junqueras, además de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y la alcaldesa, Ada Colau.

La instantánea, llena de sonrisas generales, se acompaña de declaraciones bienpensantes e inteligentes también por parte de todos. Hay acuerdo en que cuando las administraciones trabajan juntas por el bien común, con lealtad y generosidad, las cosas salen bien.

Luego, la comitiva ha paseado durante una larga hora por pabellones y rincones del Mobile con idéntico espíritu.

Y ahí están los datos: la inyección económica que supone la presencia del sector tecnológico más puntero en la ciudad. No hay una cama libre, ni un restaurante vacío, ni tiendas sin vender.

A la misma hora, Francesc Homs respondía ante el Supremo por desobediencia. Lo dicho, lo de esta mañana ¿Es un espejismo de cara a la galería? ¿O simplemente nos toman el pelo?


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net