Editorial del 28 de febrero de 2017

La fiscalía Anticorrupción ha pedido este mediodía una pena de 16 años de cárcel para cada uno de los 6 hijos varones de Ruiz Mateos. El patriarca murió hace año y medio con 50 procedimientos judiciales abiertos, de los cuales sus hijos han “heredado” aquellos en los que participaron activamente. En este caso hablamos de la estafa piramidal por la que la Nueva Rumasa captó entre 2009 y 2011, 340 millones de más de 4 mil pequeños inversores, a los que prometían altos intereses. Aquel dinero se evaporó casi en su totalidad.

La acusación recoge los delitos de estafa, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes contra los hermanos Álvaro, Zoilo, Pablo, José María, Francisco Javier y Alfonso. Usaron buena parte de ese dinero, según la Fiscalía, en mantener “los cuantiosos gastos de índole personal de todo el clan familiar”.

Para acabar, algo que les va a sonar muy familiar. Los Ruiz Mateos tuvieron 13 hijos: 6 hombres y 7 mujeres. Una de ellas acaba de fallecer, pero a las 6 restantes, la Fiscalía las considera “partícipes a título lucrativo”, es decir se aprovecharon del delito pero no sabían que se estaba cometiendo.

Otro caso más de señoras-bien que no sabemos si se hacen las tontas, lo son o, en el caso que nos ocupa, ya fueron educadas para un rol femenino que la inmensa mayoría, combatimos.

No son los únicos hijos conocidos que hoy son noticia, también tenemos la imputación de los tres que faltaban del clan Pujol.


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