Editorial del 12 de noviembre de 2015

A Artur Más la CUP le ha vuelto a decir que NO, que no quiere investirlo como presidente.

Dicho esto, que es el resumen en dos líneas de lo ocurrido esta mañana en el Parlament, estamos dándonos cuenta de que el tema catalán ocupa tanto espacio que apenas nos queda atención para lo que puede colarse por la puerta de atrás. Por ejemplo, nada menos que el Banco de España acaba de dar por buena la contabilidad de Bankia en la época de Rodrigo Rato.

Así tal cual se lo han hecho saber al juez del caso Bankia, Fernando Andreu, que tuvo que urgir la semana pasada al Banco de España a que entregase de una vez un documento con su valoración respecto a la normativa contable usada en tiempos de Rato al frente de la Entidad.

El organismo que preside Luis María Linde, no llega a avalar la gestión de Rodrigo Rato -el escándalo hubiera sido indigerible- pero rebate y está en desacuerdo con la tesis de los peritos que desde el principio concluyeron que las cuentas con las que Bankia salió a Bolsa fueron falseadas y manipuladas.

O sea, el Banco de España pone difícil a los que se sintieron estafados comprando acciones de una entidad que estaba en realidad peor de lo que presumían, que puedan reclamar nada. Así de claro. Salvo que la Justicia enmiende la plana al mismo órgano regulador.