Editorial del 1 de octubre de 2014

86 consejeros de Bankia, entre ellos Miguel Blesa y Rodrigo Rato, gastaron 15 millones y medio de euros en gastos personales, al margen de los gastos de representación y su millonaria retribución.

Gastos de comida, ropa, viajes, autopistas, grandes almacenes, peluquerías, supermercados... Cifras astronómicas que se cargaban en tarjetas de crédito sin límite y por supuesto sin que esa cifra se declarase como retribución. O sea, dinero fresco, inexistente para el fisco y capaz de cubrir todos los gastos personales de los consejeros.

Ha sido la propia Bankia, la dirección actual se entiende, la que ha puesto en conocimiento del FROB estas irregularidades y a su vez el Banco de España, de quién depende el FROB, el que ha remitido el asunto a la Fiscalía anticorrupción. El ministerio público ha dado traslado al juez Andreu advirtiendo que esos ingresos extraordinarios nunca fueron declarados a Hacienda.

Los que más gastaron fueron el presidente Miguel Blesa, su mano derecha en la entidad, Sánchez Barcoj y el consejero Moran Santín, nombrado por Izquierda Unida. Los otros consejeros, nombrados por PP, PSOE o Comisiones Obreras no se quedan lejos.

¿Qué se apuestan que el único delito cometido será el fiscal y que en buena parte habrá prescrito? Es una suposición... digamos que basada “en hechos reales”.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net