Editorial del 24 de enero de 2014

El consejo de ministros ha decidido hoy dar una alegría a las galerías de arte españolas: nada menos que la rebaja del IVA del 21% al 10%. La vicepresidenta ha anunciado que esta rebaja del IVA, que todo el sector de la cultura reclama desesperadamente, afectará a galeristas, coleccionistas, marchantes, anticuarios, pintores…

Desde luego el gremio de los Galeristas y vinculados con el Arte en general ha recibido este inesperado regalo con suma alegría, máxime cuando está a la vuelta de la esquina La Feria Arco. Es una buena decisión que resulta chocante sólo por la soledad del ámbito en que se aplica. Puestos a escoger prioridades, ¿era primero el arte y los galeristas que, por ejemplo, el cine, el teatro, los libros, la música…? Cuando la vicepresidenta dice que se pretende equiparar a España con buena parte de Europa, sería bueno que también recordase que la cultura en general, goza de IVA reducido en esos mismos países.

Es inevitable pensar que se atiende antes a las élites –los coleccionistas de arte- que a la cultura de masas -cine, libros, música y teatro-. Tanto es así que Sáez de Santamaría lo ha contado como un “anticipo de la rebaja del IVA cultural”.