Editorial del 13 de enero de 2014

La semana empieza ante la perplejidad general por la contundente protesta de vecinos en Burgos, lo que aparentemente es solo la reacción a una obra pública que despierta pocas adhesiones. ¿Es eso o hay algo más? Lo veremos en el tiempo de gabinete.

También empieza con malas noticias para Convergencia que sabe desde este mediodía que la fiscalía anticorrupción pide la imputación de Oriol Pujol por cohecho. La fiscalía cree que Pujol cobró 30 mil euros por mediar en el tema de las licencias de ITV en Cataluña.

También es la semana en que la Infanta ha puesto fecha en su dietario a la declaración “voluntaria” ante el Juez Castro. Será un mes antes de lo previsto, un sábado, 8 de febrero. La imputación anterior, evitada por la fiscalía, era mucho más inocua que la actual, con lo que cabe preguntarse si para ese viaje hacía falta tanta movilización de los poderes del Estado.

Por último, tenemos al presidente Rajoy en Estados Unidos con ganas de hablar solo de economía y de obtener la bendición del inquilino de la Casa Blanca.


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