Editorial del 4 de diciembre de 2013

Aunque suele usarse la palabra “Cártel” para referirse a organizaciones ilícitas o directamente criminales, también puede aplicarse el concepto para describir lo que la gran banca perpetró durante años: ponerse de acuerdo para manipular los índices de referencia de los tipos de interés que luego aplicaban a los productos derivados del euríbor.

O sea, para estafar a decenas de miles de ciudadanos que han pagado más interés del que debieran si esos grandes bancos hubieran competido entre sí en lugar de ponerse de acuerdo para sacar tajada de los indefensos clientes.

Bruselas les ha impuesto hoy una multa de 1.700 millones de euros, la más alta de la historia para escarmentar y disuadir en el futuro ante estas prácticas propias de gansters y narcos. De entre los 6 grandes bancos no hay afortunadamente ninguno español. El más tramposo a juzgar por el castigo más alto, es el alemán Deutsche Bank, que deberá pagar más de 700 millones de euros del total de 1.700. En la lista no está Barclays porque fue el delator, ni UBS que colaboró con la justicia, lo cual no quita que en su momento fueran parte del cártel.

Luego se quejarán en el sector bancario de su mala reputación. Gana a pulso y con tirabuzón.


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