Editorial del 2 de mayo de 2013

El presidente del Banco central europeo, Mario Draghi se ha levantado esta mañana menos pusilánime de lo habitual, o menos presionado por los alemanes, y ha bajado un cuarto de punto el precio del dinero.

El 0.5% de interés es el más bajo de la historia del Euro y no ha sorprendido a nadie, al menos a los mercados, que lo daban por descontado desde primera hora de la mañana.

Parece que los 20 millones de desempleados de toda la Unión, el estado catatónico de la economía y las orejas de la recesión que viene, han conmovido a la primera autoridad monetaria europea.

¿Llegará el crédito a los particulares y a las empresas del sur? Esa es la pregunta. Es insostenible que las empresas alemanas se financien con dinero barato mientras en el sur, o no encuentran financiación, o la pagan muy cara.

Estamos en una primavera asténica en lo económico, y aún falta medio año para las elecciones en Alemania. No solo manda quién no hemos elegido, la Sra Merkel, sino que además sufrimos las consecuencias de su año electoral.


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