Editorial del 24 de noviembre de 2010

Mañana llega a España una ola de frío polar. Esperemos que la predicción sea sólo meteorológica. Eso con un buen abrigo, se pasa. Lo malo es que el frío polar sea financiero. Que se lo pregunten a los irlandeses. A media tarde, dentro de un ratito, el gobierno de Brian Cowen contará la película de miedo a la que se enfrentarán los irlandeses. A falta de los detalles, lo seguro es que subirán los impuestos, bajarán los sueldos mínimos, se reducirán las prestaciones sociales y se gravará la propiedad.

No hace mucho, los conservadores europeos, entre ellos Rajoy, miraban con envidia el modelo irlandés: pocos impuestos, mucho trabajo y crecimiento económico espectacular. Hoy están todos mudos. En realidad, están pidiendo una vez más elecciones anticipadas. O sea meses de parálisis.

¿En momentos tan delicados para el futuro sería mucho pedir un poco de sentido común y sobre todo, de interés en lo común, o sea el de todos?


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net