Editorial del 23 de noviembre de 2009
¿Hace falta en España un partido bisagra? ¿Sería deseable que PP y Psoe dispusieran de un partido de ámbito nacional con el que hacer posible una mayoría parlamentaria ajena a los partidos nacionalistas de la periferia? ¿O eso sería una fuente más de la famosa desafección en comunidades como País Vasco y Cataluña?
Ya saben que este fin de semana se ha celebrado el congreso de Unión Progreso y Democracia, donde el consejo político escogido es fiel completamente a su líder, Rosa Díez. “La desgracia de este país es tener el peor gobierno posible", dijo ayer la señora Díez, "y también la peor oposición posible”.
UpyD aspira a ser decisivo, ese adjetivo tan querido para partidos como Convergencia o el Pnv, e igual que estos, Díez se refiere, aunque sin nombrarla, a la equidistancia respecto a los 2 grandes. Y luego, pica de unos y otros: en lo identitario presume de españolidad y la defensa del castellano, y en lo social, apuesta por la ley de plazos, no quiere crucifijos en las aulas y desea un estado laico. Hay pues cañas para pescar en todos los mares ideologicos. Habrá que ver si España quiere acabar con el bipartidismo allá donde está instalado.