La Razón, 20 de mayo de 2011

David Fontseca era tan sólo un niño cuando el 29 de mayo de 1991 el «Comando Barcelona» de ETA lanzó un coche-bomba contra el patio de la casa cuartel de Vic, el pueblo donde nació, creció y todavía vive.

Por Cristina Ruiz

Aunque han pasado 20 años, en su cabeza todavía retumba el ensordecedor sonido de la explosión, que se llevó por delante la vida de diez personas, entre ellas cinco niños. Coincidiendo con el vigésimo aniversario de tan terrible hecho, Antena 3 emite el domingo 29 de mayo «Mientras los niños jugaban», un documental dirigido por el propio Fontseca, en el que los protagonistas contarán en primera persona la tragedia y cómo desde entonces ha estado presente en todos y cada uno de sus días. Para la productora ejecutiva de Somos.som –responsable del documental– Julia Otero, el documento nos ayudará a recordar cómo era ETA hace dos décadas.

-¿Por qué decidieron hacer un documental de un hecho tan trágico como el atentado de Vic?

-El jefe de realización de la productora, David Fontseca, siempre lo tuvo en la cabeza. Hace una año y medio me habló de su idea, y yo, como productora ejecutiva, hice lo posible para que viera la luz.

-¿Qué han pretendido a la hora de hacer «Mientras los niños jugaban»?

-Conseguir que se entienda la historia, y que sea un documento útil que nos ayude a recordar cómo era ETA hace 20 años y cómo eran tratadas entonces las víctimas. Porque en 1991 un terrorista muerto era recibido como un héroe en su pueblo, mientras que las víctimas tenían que entrar en la Audiencia Nacional con la cabeza baja. Cuando el relato concluye, en mayo de 2011, te sientes esperanzado de ver cómo han cambiado las cosas.

-Todos los atentados terroristas son terribles, pero el de Vic se ha grabado a fuego en la memoria colectiva de los españoles...

-En esa ocasión, los terroristas no utilizaron temporizador en el coche-bomba, sino que el criminal que empujó el vehículo hacia el patio estaba viendo a los niños jugando, de ahí su nombre: «Mientras los niños jugaban».

-¿No se corre el peligro de caer fácilmente en el morbo?

-David ha huido de eso. Disponíamos de imágenes muy duras y no las hemos enseñado. Creo que hemos conseguido un documento muy equilibrado, que se mueve entre la cabeza y el corazón.

-¿Qué supone que un documental de este tipo se emita en una cadena como Antena 3?

-Me siento muy orgullosa del grupo al que pertenezco y de que Antena 3 aceptase la propuesta sin saber el resultado. Es elogiable que una televisión privada, que, en teoría, se desmarca del servicio público, acepte un documental como éste. Eso pone de manifiesto que la cadena apuesta por el entretenimiento, pero también por productos que marquen la diferencia, independientemente de la audiencia.

Testimonios impactantes

No puede Julia explicar qué es lo que más le ha impactado de esta historia. Dice que todo, «desde el testimonio del chaval que ese día estaba en la garita, un guardia civil de 19 años, hasta el de una niña, que tenía dos años, y que se quedó huérfana. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en Emilia Lara, una mujer que perdió a su hija de 12 años en el atentado, y que también ha perdido su casa en el terremoto de Lorca». El documento histórico lo aportan el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el ex ministro del Interior, José Luis Corcuera, el ex lendakari José Antonio Ardanza o de Ángela Murillo, la juez que dictó la sentencia de Juan José Zubieta, uno de los terroristas.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net