Entrevista realizada en enero de 2002

Carme Sánchez: -Su programa se está consolidando líder de audiencia. ¿Qué opina de los programas alternativos que se emiten en la misma franja horaria que La Columna?

Julia Otero: - No suelo opinar en público del trabajo de mis compañeros de profesión. Es poco elegante hablar mal de un programa de éxito -porque censuras encubiertamente a sus espectadores- y es aún menos elegante criticar un fracaso ajeno por razones obvias. En todo caso no me mido con los demás sino con mis propias limitaciones o virtudes.

C S: - Leí en un artículo de opinión que le llamaban la mujer barbuda por no tratar temas del corazón en su programa. Le doy ahora la oportunidad de defenderse a tal comentario.

J O: - Afortunadamente el crítico de televisión que me calificó de "mujer barbuda" no escogió esa expresión para descalificarme sino para elogiar la diferencia. Creo que su artículo acababa con la frase "su programa es un soplo de aire fresco". Me pareció ingenioso y provocador su comentario, es más, me estoy dejando crecer la barba, ja, ja, ja.

C S: - Tiene fama de ser un peligro mediático capaz de "morder" a sus invitados de la chaiselongue ¿cree usted que se merece la fama?

J O: - Todos mis invitados han salido ilesos de la chaiselongue y, si a alguien no le ha parecido así, no sé si será mérito mío o, más bien, handicap del entrevistado. Bromas aparte, nunca he perdido el respeto ni la distancia que marca la educación con nadie que haya aceptado nuestra invitación. Siempre he creído que con la cortesía y el clima tibio se llega más lejos que con el salto del tigre.

C S: - ¿Cuál ha sido el entrevistado más duro de pelar? ¿Por qué?

J O: - La entrevista es, para mí, el género más difícil, al menos es el que a mí más me desgasta. Las entrevistas más difíciles son aquellas que tienes que "perpetrar" a personas que no tienen nada interesante que contar. Esas son las duras de verdad, aunque aparentemente parezcan lo contrario.

C S: - ¿Cuál es el lema principal de La Columna? ¿Por qué Pepe Rubianes dejó de intervenir en su programa? ¿Ha habido algún tipo de censura respecto al tema que se trataba en su sección?

J O: - Si hay algún lema, que no es el caso, se parecería bastante a "divirtámonos todos sin embrutecernos". Respecto a Rubianes, me está costando mucho convencerle de que vuelva, aunque sea una vez al mes. Os doy una primicia: esta noche he ido a verle al teatro y me ha dicho, por fin, que sí. Rubianes se fue de vacaciones tras un verano agotador de bolos (yo ya sabía cuando empezamos que sólo estaría 2 o 3 semanas antes de marchar) y luego se fue de vacaciones a patearse medio planeta. Al regresar incumplió el pacto de reincorporarse a la Columna porque estaba por otras cosas. Al menos le he convencido de que venga cada tres o cuatro semanas. Me conformo con lo que él pueda o quiera

C S: - ¿Con qué goza delante de la pantalla?

J O: - Cuando noto que las cosas están saliendo bien, cuando tengo la percepción de que se nota el trabajo cuidado y mimado de todo un grupo de gente que trabaja conmigo.

C S: - Y ahora hablemos de la página que le ha dedicado Emilio. ¿Qué le parecen los tres años que ha invertido en construirla?

J O: - Lo de Emilio es espectacular. Parece imposible que alguien dedique tanto esfuerzo, talento y tiempo a una persona que ni siquiera conoce. Solo puedo tener palabras de gratitud hacia él. Espero que algún día venga por Barcelona y pueda decírselo personalmente.

C S: - ¿Qué es lo que más le sorprende o le gusta? ¿Y lo que menos? (Responda sin pelos en la lengua no le impongo ninguna censura) ¿Qué cambiaria?

J O: - Me sorprende la velocidad con que llegan hasta él las informaciones, entrevistas o artículos que me atañen. En cuanto a qué cambiaría, no me parece pertinente opinar de algo a lo que he sido ajena por completo. En todo caso, nada me ha disgustado hasta el día de hoy y si así fuera, en tanto que persona pública, estoy sometida al juicio público siempre y cuando se hable de mi trabajo en los medios.

C S: - ¿Cuánto tiempo dedica a conectarse a la red? ¿Y a nuestra página?

J O: - Poco o ninguno cada día. Apenas un par de horas a la semana. El poco tiempo libre que me deja un programa diario de 2 horas está felizmente embargado por mi familia. Me conecto por temas de correspondencia profesional o a vuestra página. Espero no decepcionaros, pero, la red me interesa poquísimo.

C S: - ¿No le da miedo que alguien sepa tanto de usted y lo difunda en un medio tan poderoso como internet?

J O: - No me da miedo que alguien sepa tantas cosas de mi faceta profesional y pública. De hecho mi trabajo siempre ha sido, por su naturaleza, un trabajo difundido públicamente, realizado para ser oído o visto por quien lo tuviera a bien. De la otra Julia, ya he procurado que nadie sepa más de lo que yo quiero que se sepa. No creáis que es fácil, nunca se puede bajar la guardia.

C S: - ¿Existe una web dedicada a su antiguo programa La Radio de Julia? ¿La conoce?

J O: - Conozco esa web. Salvo intervenciones aisladas muy surrealistas -completamente ajenas estoy segura a la gente que nos escuchaba- me parece estremecedor que tantas personas nos añoren y nos sigan recordando. Lo más terrible de todo es que no tengo ninguna posibilidad, de momento, de volver a hacer radio para toda España. En el fondo, la lección más amarga del 2 de agosto del 1999, es que "nunca pasa nada", La impunidad cabalga a sus anchas. Todos los que pudieron expresaron su rabia, su enfado, su protesta más enérgica... Pero, los responsables no parecen haber sufrido un solo rasguño.

C S: - ¿Si su vida tuviese una banda sonora cuál sería?

J O: - No es posible que una vida tenga una sola banda sonora, o un solo libro o un solo amor... La memoria es un "zapping", un montón de retales llenos de músicas, palabras, colores y olores... Siento ser cursi, pero la pregunta también lo es.

C S: - ¿Y una frase que pueda definir su trayectoria profesional?

J O: - "Estoy aquí de casualidad". Nunca quise ser periodista, ni pensé trabajar en los medios de comunicación.

C S: - Mae West solía decir "demasiado de algo bueno es maravilloso"¿lo atribuiría a su presente laboral?

J O: - Yo prefiero aquella otra de Mae West que dice "las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes". El presente nunca es maravilloso. Eso se reserva siempre para el futuro, que es dónde viven los sueños.


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