Entrevista publicada en la revista Antena Semanal
Texto: Miguel Angel García Sánchez

Quince horas diarias rodeada de cámaras de televisión y micrófonos de radio son el testimonio que mejor muestran la clave del éxito de esta gallega afincada en Barcelona que a base de esfuerzo, constancia y mucha fe en sus posibilidades, ha encontrado en los medios audiovisuales la mejor forma para expresarse.

Sin embargo, en este camino Julia Otero no ha tratado en ningún momento de distraer la atención del espectador con grandes montajes o fórmulas sensacionalistas. Programas como "La Luna", en televisión, o "La radio de Julia" en las ondas, son casos representativos de lo bien que todavía puede funcionar el periodismo tradicional.

Ahora, tras haberse dedicado por primera vez exclusivamente a dirigir un programa de televisión y más concretamente en Antena 3, valora la nueva experiencia de una forma especial. "Estoy absolutamente contenta de mi aportación a 'Los cinco sentidos'. He aprendido muchísimo, pues seguir todo el proceso de un programa me ha ayudado a tener un punto de vista distinto al que yo había tenido hasta ahora. Detrás de la cámara también se aprenden muchas cosas".

Y es que en esta ocasión su labor se ha limitado a la de montar el equipo, pensar los presentadores adecuados y aportar su punto de vista en las grabaciones. "En cuanto a la elección de los presentadores, José Oteza trabaja conmigo desde hace muchos años, es un tipo divertido, inteligente, un gran periodista que le apetecía mucho probar la televisión y a mí que lo probase. A Paloma Lago sólo la había visto en televisión alguna vez, pero la conocí y me pareció una mujer muy fresca, comunicativa, sencilla y pensé que hacían una buena pareja. Ellos se gustaron entre sí, hubo una muy buena química desde el principio y creo que lo mejor del programa es la pareja de presentadores".

Unos buenos presentadores que no han conseguido los resultados deseados para un concurso que, no obstante, fue concebido de manera sencilla para los domingos por la tarde. "Lo más importante para conseguir audiencia es fidelizarla, y el programa nunca ha salido a la misma hora. Pero como diría la canción, la culpa es del boggie. Entiendo que las empresas tengan sus dirigentes, quienes piensan y deciden y están en su perfecto derecho de programar los espacios, aunque en esta ocasión no comparto su criterio".

Posiblemente esta situación haya influido en la decisión de esta treintañera sobre su futuro inmediato. "Siempre he tenido muy claro lo que quería hacer, aunque ahora tengo tres 'historias' distintas sobre la mesa y me está costando mucho decidirme. Son tres programas diferentes, que me han propuesto tres cadenas distintas y todas ellas caracterizadas por dejarme hacer algo en lo que yo y mi equipo confiamos".

Entre estas cadenas suena con fuerza Tele 5. "Nunca digo de este agua no beberé. Hay cosas mucho más obscenas en nuestras pantallas que enseñar tetas y culos. Hay auténtica pornografía muy bien vestida, aunque lo otro tampoco me gusta y como mujer menos".

Pese a no existir una oferta en firme, su vuelta parece garantizada para principios del año que viene. "Lo que tengo bastante claro es que en ningún caso será este año y que tampoco va a consistir en un 'reality show' porque no me gusta hurgar en miserias ajenas".

"Hay mucha gente que me pide que vuelva a hacer 'La Luna'. Pero volver con el mismo producto no me parece apropiado después de casi tres años sin aparecer en televisión. El programa que quiero hacer será de opinión, que cabalgue entre la entrevista y el debate y abierto a la participación. Eso como línea general, pero no tengo ni idea de cómo, ni formato, ni nada de nada".

En lo que a su trabajo en la radio se refiere, Julia Otero se dispone a afrontar su tercera temporada con "La radio de Julia", un espacio que, de lunes a viernes y de 5 a 8 de la tarde, mantiene conectados al dial de Onda Cero a gran parte de la audiencia radiofónica española. "Con mis programas pretendo llegar a un señor de Cuenca, de Galicia, a otro de Madrid, al personal liberal, al agricultor, a un ama de casa, pero siempre gente inquieta.El hecho de que la pasada campaña fuéramos líderes de audiencia en nuestra franja horaria no va a dejar por el camino el espíritu de un programa hecho para mil personas y que luego ha resultado para cientos de miles".

En el mundo de la publicidad esta guapa periodista también ha hecho sus 'pinitos' y pronto la veremos promocionando una empresa de chocolates. "Llevo muchos años perdiendo dinero ya que siempre he dicho no a los temas publicitarios. Dije sí en su momento a unos grandes almacenes ya que hay publicidad que no sólo no perjudica, sino que además beneficia por lo que representa de prestigio. Ahora acabo de realizar una breve campaña con otra firma que se emitirá el último trimestre del año".

Detrás de esta activa profesional, hay una mujer que vela por la discreción de su intimidad hasta límites insospechables. Muestra de ello es el caso de su separación del también periodista Ramón Pellicer.

"Yo no concerté la entrevista de 'Hola' para hablar de mi vida privada. De mi separación se enteraron seis meses después y la semana siguiente yo tenía una entrevista concertada con esta revista desde hacía dos meses. En ella hablamos una hora de temas profesionales y sólo tres minutos lacónicamente de mi vida personal. Yo nunca he hecho declaraciones sobre mi vida personal, no lo he hecho, ni lo haré jamás y si hay algo que me avala es que nunca he cambiado de actitud".

Por ello y tras unas vacaciones en un rincón perdido de España "de los que todavía quedan", Julia Otero no encuentra justificación a los 'cazafotografías'. "Yo nunca haría este tipo de periodismo, nunca me dedicaría a robar fotos, pero creo que la vida es muy dura y los garbanzos valen caros. Es una fatalidad que está ahí y con la que hay que conformarse. Te vas de vacaciones y sabes que te puede ocurrir a ti, pero no por eso me voy a encerrar en un minarete de un castillo. Si pasa, pasa y ya está".

Así, esta mujer que procura dejar claro que su popularidad se basa en el trabajo, probablemente volverá a estar en televisión a partir de enero, con un programa que aunque todavía no está definido, dará en el punto débil de unos telespectadores que no la olvidan a ella ni a sus peinados.

"Lo de los peinados fue una cosa que nunca busqué y salió así. Puede haber un cierto juego estético que también tiene su gracia, un guiño de complicidad, aunque sólo sea eso, un juego con los continentes de unos contenidos que son los que única y realmente me interesan".


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