Noticias.com, 24 de noviembre de 2004

Marc Monje

Trata de consolidarse en la parrilla el programa Las cerezas de TV1, la máxima apuesta televisiva del nuevo gobierno del PSOE. Ante el millón de críticas y una audiencia progresivamente menor, Julia Otero consiguió ayer recolectar su mejor cesto de cerezas.

Era o todo o nada. La gloria televisiva, o el descenso a quién sabe donde. Julia Otero invitó en su entrevista doble de cada martes a José Luis Rodríguez Ibarra, presidente casi vitalicio de Extremadura, y a medio metro, situó al Lancelot del nacionalismo catalán, Josep-Lluis Carod-Rovira. No he leido los resultados en audiencia, pero intuyo que Las cerezas han tocado techo. Y me alegro.

La entrevista a ambos personajes antagónicos resultó primero demasiado plácida, aunque a medida que transcurrían los minutos, y gracias al ánimo de Carod-Rovira por desarmar tópicos y dejar bien claro para toda España qué tienen en la cabeza los independentistas, ambos políticos se enzarzaron en agradecidos diálogos sobre la lengua, el modelo de estado y el fin de ETA. Fue un debate de salón, tranquilo y plácido, con Ibarra y Carod-Rovira en guardia, atentos a dar la respuesta más adecuada, en el lenguaje llano del hombre de la aldea de Ibarra, y el fino cinismo un tanto resabiado de Carod-Rovira. Yo no pude despegarme de la pantalla, espero que vosotros tampoco.

A Julia Otero le han llovido ladrillazos de todas partes, se la ha juzgado con un rasero injusto y a veces despreciable. La filtración sobre el abultado presupuesto con que cuenta el programa es supuestamente un escándalo, pero también lo eran los millones de euros que el anterior gobierno dedicaba a enqiquecer las arcas de la productora de José Luís Moreno. Se dice que Otero es una progre que vuelve a dar el salto gracias a la situación política actual, ¿y eso qué tiene de malo? el impresentable con cara de perro que conducía las entrevistas de El tercer grado, también se aprovechaba de que el PP le diera trabajo. Luego se critican los gags del programa, hasta he leido como se habla con desprecio de que los colaboradores de Julia Otero son catalanes y ya habían trabajado con ella en el espléndido magazine La Columna, en las tardes de TV3. Vuelvo a repetir, ¿y qué?

Si Las cerezas mantiene el nivel de ayer, las críticas dejan de azuzar con la rabia de las últimas semanas y la audiencia se mantiene en unos mínimos aceptables, seguro que el programa madurará y se hará mejor. Tiempo al tiempo.


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