La Vanguardia, 12 de febrero de 2003

JOSEP M. BAGET HERMS

A la espera de la próxima edición de “Gran Hermano” –no hay quinto malo–, Mercedes Milá disfruta de la vida y el lunes por la tarde se pasó por “La columna” en compañía de José Ramón de la Morena, que se promocionó lo suyo, para conversar con Julia Otero. Sugerente encuentro si tenemos en cuenta que en un principio, y ya hace bastante tiempo, Julia había rechazado por escrúpulos morales (que luego quedaron plenamente justificados) la oferta de Tele 5 para presentar este programa que iba a ser el éxito más espectacular de la nueva televisión y motivo de innumerables tertulias radiofónicas y seminarios académicos.

No le tiene miedo Julia Otero a dar cancha a algunas de sus colegas más famosas, con las que se lleva bien aunque de vez en cuando y en plan de buen rollo se lanzan algunos dardos más o menos envenenados. Así ocurrió con la “petarda” María Teresa Campos y se repitió con Mercedes, que sigue defendiendo a capa y espada su presencia en “Gran Hermano” pero ha aparcado prudentemente mayores referencias a su presunto valor sociológico. Al final, y ya casi fuera de cámara, Julia, objeto de un irónico apunte de despedida de Mercedes, le atizó un cariñoso golpe con lo único que tenía a mano en su momento –que era el guión del programa– mientras salían los títulos de crédito.

La tertulia futbolística de “La columna” no podía sustraerse a la crisis del Barça y de ella debatieron sus habituales colaboradores con buen humor y desdramatizando sus más rocambolescos aspectos. También de la crisis se habló en “L'entorn”, que empezó alrededor de las doce y media de la noche después de “A contracorrent”, donde Antoni Bassas entrevistó al teólogo Jon Sobrino. No hay duda del interés y la categoría intelectual del personaje, como lo había sido la charla con el ex obispo Setién la semana pasada, pero quizá convendría variar la oferta si no queremos que el público llegue a creer que es un programa religioso aunque se aborden otras cuestiones.