Artículo publicado en el número de septiembre de 1999 de la revista CyT Nuestraprensa

La supresión del programa "La Radio de Julia" de Onda Cero, y la manera en que se produjo, no puede dejar indiferente a nadie. Los profesionales de la información a partir de ahora, más que nunca, quedamos al pairo de las direcciones de las empresas, cuyos criterios para decidir sobre las parrillas de programación ya ni siquiera son las audiencias, un elemento con el que se puede o no estar de acuerdo, pero que es objetivable, se puede medir.

El 2 de agosto, con la desaparición del programa de Julia Otero, líder de audiencia en las tardes de radio, se puso en cuestión la libertad de expresión y los derechos de los oyentes. Supresión que se inscribe en el marco de una sostenida y programada compra de medios de comunicación por parte de Telefónica con la complicidad del Gobierno Aznar que quiere asegurarse un gran grupo multimedia de marcada tendencia conservadora. Si los 500.000 seguidores de este programa no han asegurado su continuidad, con el desprecio que esto significa para la audiencia, ¿qué criterios que todos podamos manejar son los que determinan las programaciones?

CyT Nuestraprensa ha entrevistado a la subdirectora de "La Radio de Julia", Maricarmen Juan, quien en el momento de la supresión del programa sustituía a Julia Otero en las labores de directora y presentadora. 

Maricarmen nació en Barcelona hace 38 años y lleva 19 trabajando en medios de comunicación: Radio Miramar, Radio Juventud, TVE, Cadena Ser y Onda Cero. Ha sido profesora de comunicación audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona y, desde hace 9 años, subdirectora de "La Radio de Julia". Con Julia Otero le une la profesión y la amistad, no en vano se conocen desde hace casi dos décadas. 

 

MARICARMEN JUAN
Subdirectora del desaparecido programa 


Ser líder de audiencia
no evitó la supresión de "La Radio de Julia"

 

Carmen Rivas

CyT. Maricarmen, ¿cómo os enterasteis de que el programa "La Radio de Julia" desaparecía de las ondas?

R. A las 15 horas del lunes 2 de agosto, una hora antes de empezar la edición de verano de "La Radio de Julia", que yo dirigía y presentaba, los servicios informativos daban la noticia del estreno de un nuevo programa aquella misma tarde y en nuestro horario. Sólo dos horas antes, Julia me había llamado para contarme que en una reunión en Madrid esa misma mañana, Javier Gimeno, el nuevo director general, le había comunicado que no se contaba con ella para la nueva temporada. Sus órdenes fueron que continuara el programa con normalidad a la espera de que la empresa me comunicara cualquier decisión. Julia estaba de vacaciones hacia una semana. Fue convocada a esa reunión el miércoles de la semana anterior, el mismo día que tomó posesión la nueva dirección de la cadena recién comprada por Telefónica. Yo no recibí ninguna llamada de los responsables de la radio ni ese día ni ningún otro. La única comunicación que recibí de la empresa fue la carta de despido el 13 de agosto sin preaviso.

CyT. ¿Qué explicación os dieron?

R. La única explicación que le dieron a Julia fue que el programa era "elitista" e "intelectualmente elevado". En posteriores notas de prensa difundidas por la dirección de Onda Cero, se añade a estas razones que el programa era poco rentable. "La Radio de Julia" era el programa líder de la tarde con más de 500.000 oyentes y tenía varias campañas de publicidad firmadas para la próxima temporada.

CyT. ¿A qué pudo obedecer la premura y el cambio de opinión? Según tengo entendido nunca estuvo en cuestión su permanencia.

R. No lo sé, ni tampoco a qué pudo obedecer el cambio de opinión sobre la permanencia del programa en la parrilla de programación. Hacía varios meses Julia había recibido de los nuevos propietarios de la cadena la garantía de su continuidad, amén de otros presentes y halagos sobre su gran profesionalidad y la categoría del programa que realizaba. Se había hablado del programa para la próxima temporada, se habían diseñado espacios nuevos y otros cambios que fueron aprobados por la dirección una semana antes de nuestro despido fulminante.

CyT. ¿Puede tener algo que ver con la línea del programa?

R. Ese es el principal argumento de la empresa, pero no se sostiene ya que muchos colaboradores de "La Radio de Julia" han recibido ofertas, algunas suculentas, para que siguieran colaborando con sus mismos espacios en el programa que nos va a sustituir.

CyT. Durante los años que el programa ha estado en antena ¿habéis recibido alguna crítica o sugerencia de la dirección de Onda Cero?

R. Las normales en toda relación empresarial y siempre con vocación constructiva y para beneficio del programa. Hay que reconocer que durante el tiempo que trabajamos en Onda Cero con la ONCE como propietaria lo hicimos con total libertad.

CyT. Entrevistas, debates, participación de los oyentes, son algunos de los espacios del programa, en estos nueve años han desfilado por él periodistas, políticos, artistas, intelectuales....

R. Hemos tenido magníficos colaboradores como Manuel Delgado, antropólogo y premio anagrama de ensayo; Almudena Grandes que ha aportado reflexiones brillantes y es una gran polemista, Joaquín Leguina desde su vena más intelectual, Manuel Rivas, Carlos Boyero, Fernando Sánchez Dragó, Alfonso Osorio, Antonio López Campillo y muchos otros que han aportado riqueza y pluralidad al programa.

CyT. Durante todo este tiempo supongo que se habrán producido muchas anécdotas.

R. Lo más divertido suele producirse fuera de antena. Pero durante la emisión también ha habido momentos más que entretenidos. Recuerdo una entrevista que le hicimos al presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, en la sección "fuera de contexto". Le preguntamos por sus aficiones y dijo que le gustaba cantar. Y le hicimos cantar. Llamó su hija para pedirle por favor que no lo hiciera más.

CyT. ¿Cómo definirías "La Radio de Julia"?

R. El signo del programa era la participación de los oyentes, hasta el punto que se estableció una complicidad con ellos que tenía incluso una clave. Muchos oyentes llamaban para decir que el programa era muy bueno, que les gustaba mucho y entonces Julia propuso que en lugar de ocupar el tiempo con esas loas al programa cuando quisieran alabarlo dijeran "L" y los oyentes lo entendieron perfectamente y se estableció esa complicidad, ese lenguaje común que, por supuesto, había que explicar a los nuevos oyentes que se incorporaban al programa.

CyT. Esta somera aproximación a "La Radio de Julia" nos conduce a otras reflexiones que enlazan con su supresión de la parrilla. La compra de Onda Cero por parte de Antena 3 es un paso más en la configuración de dos grandes grupos multimedia en España ¿La libertad de información, en su sentido más amplio, puede verse cercenada?

R. Puede estar polarizada, pero me resisto a creer que pueda estar cercenada.

CyT. Desde que llegó al poder, el Partido Popular está muy preocupado por la existencia del grupo PRISA y por controlar cuantos más medios de comunicación mejor, ¿se enmarca en esta preocupación la desaparición de "La Radio de Julia"?

R. Eso implicaría reconocer que nuestros sustitutos están controlados por ese partido, que las nuevas voces de Onda Cero obedecen su dictado y que el rigor y la independencia no son suficientes en un medio de comunicación.

CyT. Con ésta y otras actuaciones, los profesionales de los medios corremos el riesgo de trabajar o no, en función de nuestra sensibilidad política ¿dónde queda la profesionalidad, el rigor y la independencia periodística?

R. Por fortuna hay muchos depositarios de todo eso en nuestra profesión, pero sí es cierto que cuestiones ideológicas pueden incidir en que te echen a la calle y cuestiones sentimentales pueden hacer que te contraten. El mundo laboral tiene enormes riesgos, pero no es de ahora. 

CyT. ¿Cuántos trabajadores se han visto afectados por la desaparición del programa?

R. Siete personas de redacción, un técnico y unos diecinueve colaboradores en el mes de agosto y otro tanto en temporada.

CyT. Me gustaría que me dijeses qué estáis haciendo para defenderos de esta agresión y cuáles han sido las muestras de apoyo y solidaridad de los compañeros de los medios.

R. Se están recogiendo firmas para un manifiesto contra la arbitrariedad empresarial y a favor de la profesionalidad en los medios de comunicación, hay casi un centenar de periodistas, artistas, intelectuales y políticos que lo han firmado. Nuestros oyentes se han movilizado para crear foros en internet y para escribir a la dirección de Onda Cero protestando por nuestro despido. En el terreno laboral nos estamos defendiendo con la legislación en la mano, espléndidamente asesorados por CC.OO.

La actuación autoritaria de Onda Cero nos ha dejado sin un programa que atendía preocupaciones sociales de actualidad y proponía siempre debates debates de interés que, en ocasiones, pudiera parecer no interesan a la inmensa mayoría de los oyentes. Nada más lejos de la realidad. En una ocasión hicieron un "gabinete" sobre Platón y todavía muchos preguntan por él y piden copias. Porque, como dice Maricarmen Juan, tratar al oyente de "tonto" pensando que sólo le gustan cuatro cosas es una gran vanalidad.


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