Artículo publicado en el diario El País el 4 de agosto de 1999
Texto: Rosa Rivas

Tras la fulminante supresión de su programa en Onda Cero, la periodista Julia Otero (40 años) se muestra reticente a efectuar declaraciones y prefiere "ser prudente y estar a la espera de ver qué más pasa". No obstante, deja clara su postura: "Soy consciente de que soy un símbolo, pero no quiero convertirme en víctima ni en piedra arrojadiza. No es que hayan echado a Julia Otero, se trata de algo que representa el funcionamiento de los medios de comunicación en España. Alguien no les gusta políticamente, y se lo cargan. Les da igual el resultado empresarial".

Comparte con su equipo la sensación de que se han topado "con una conducta antidemocrática". Y asegura que entre las muestras de solidaridad "de colegas y de partidos de distintas ideologías, incluido el PP", ha recibido una desde La Moncloa, "a título personal", de "un alto cargo del Gobierno" que aseguraba no tener nada que ver con la decisión de eliminar su espacio.

Pregunta. ¿Qué razones le han dado para la supresión tras siete temporadas en antena?

Respuesta. No se pueden esgrimir razones empresariales, porque si se dan es una ofensa a la inteligencia, cuando se trata de un programa líder y su desaparición la va a celebrar la competencia, como me consta que lo está celebrando. Estoy recibiendo llamadas de un montón de colegas, y todos coinciden en el qué -rescindir el contrato de un espacio con más de 500.000 oyentes, que gana dinero y está cargado de publicidad-, en el cómo -sin previo aviso y sin existir ningún tipo de fricción- y el cuándo: la agostidad. La supresión del espacio se ha producido estando todo el mundo de vacaciones: con premeditación, alevosía y agostidad. Esto ha pasado cuando no tengo posibilidad de incorporarme a ninguna antena en el término de 30 días.

¿En sus contactos con la nueva dirección de Onda Cero se le había garantizado la continuidad de su programa?

Así fue hasta el lunes a las 13.30.

¿No hubo condiciones o pegas a su estilo?

En absoluto. Se me garantizó el mismo pluralismo con que había trabajado hasta ahora. Es más, se comentó que de alguna forma sabían que mantener mi espacio en antena era demostrar públicamente su aspiración de independencia y pluralismo.

No concuerda entonces con lo dicho en el comunicado de la emisora sobre que ustedes no han llegado a un acuerdo.

No ha habido ninguna fricción. Nunca ha habido desacuerdo en nada. Simplemente, el lunes se me comunicó que se me rescindía el contrato.

¿Y qué le dijo el nuevo presidente de Onda Cero cuando la citó en su despacho?

El argumento que se me dio para no contar conmigo la próxima temporada fue que mi programa no encaja en su nuevo modelo de radio, porque quieren "algo más ligero e intelectualmente menos elevado".

¿Les parece usted demasiado crítica?

Una persona del PP que colabora en el programa me ha dicho literalmente: "Por lo visto, la neutralidad no es suficiente". Eso mismo pienso yo.


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