Entrevista de Julia Otero a Josep Antoni Duran i Lleida en el programa "La Columna" del 1 de Febrero de 2001

- No sé si nuestro invitado estará un poco cansado de hacer declaraciones o entrevistas. Señor Durán i Lleida, buenas tardes.

- Muy buenas tardes.

- Lo vemos con aspecto de estar fresco, bien, descansado...

- Estoy fresco, bien, descansado no tanto, pero es que estos días casi hemos hecho demasiadas entrevistas.

- Sí. Tenemos que decir que cuando invitamos al Señor Duran i Lleida al rincón del político, para aprender a quererlo, que es lo que hacemos aquí una vez a la semana, no sabíamos aún que dejaría de ser "Conseller de Governació". Por que la entrevista la pactamos tal vez hace tres semanas...

- ¡O antes!

- Sí, y estos días yo sufría pensando: - Y qué le preguntaré yo ahora al Señor Duran i Lleida. Porque se lo han preguntado todo, de todo, y sobretodo; o al menos tanto como usted se ha dejado.

- No sobre todo, solo sobre los hechos de esta última semana. Yo creo que esta entrevista puede dar pie a otro tipo de preguntas y por lo tanto no hay ningún problema en que salga muy bien.

- ¿Se ha quedado con ganas de decir alguna cosa?

- No, no. Me da la sensación de que de esto ya he hablado demasiado, y ahora conviene dejarlo tranquilo un tiempo.

- Que haya abandonado la "Consellería de Governació", ¿es tal vez debido a que no se lo querían suficiente?

- No. La gente de "Consellería" me quiere mucho y me lo han demostrado estos días. Por otro lado están el conjunto de fuerzas políticas parlamentarias, donde a la vista está, que todos han hecho comentarios muy favorables sobre mis 14 meses al frente de la "Consellería". Además a mí nunca me han interpelado en el parlamento sobre ningún tema, por lo tanto me siento valorado y querido, y como sé que no es patrimonio mío, si no que lo es de todo el conjunto de personas que han colaborado conmigo en "Consellería", por cierto muy bueno...

- Que seguirán gran parte, ¿no?

- Creo que de momento siguen todos, y creo que seguirán gran parte de ellos, pero eso corresponde a la "Consellera". Son de una altísima calidad y si yo fuera ella continuarían todos.

- Porque usted ¿cómo se ha quedado después de dejar la "Consellería"?

- Más contento que mal, pero no puedo esconder que después de 14 meses haciendo algo, que lo has hecho a gusto, con buen rollo y un resultado positivo, pues es normal que sientas un cierto impacto. Pero al mismo tiempo muy contento porque lo he hecho a conciencia y porque aunque ahora parezca que no creo que es un hecho positivo para la coalición, el "president", el "conseller en cap"..., yo creo que sí que es positivo y por lo tanto estoy satisfecho de haberlo hecho.

- Es curioso, porque todos piensan que esta decisión se tendrá que valorar pasado el tiempo. Vamos que creen que por aquí ha de haber una jugada a largo plazo.

- No, yo no he provocado la jugada. Evidentemente hay una nueva situación política, y frente a ésta yo tomo una determinada actitud. La vida da muchas vueltas y la política cambia mucho y por tanto hay mucho tiempo por delante y yo sigo pensando que puedo ser útil en la defensa de determinados planteamientos, proyectos y ideas; y hacia esto sigo teniendo la misma actitud.

- ¿Quién se ha quedado más descansado, el "president", el Señor Mas, o su mujer?, Señor Duran i Lleida.

- Todos nos hemos quedado más o menos descansados, ¿no? El "president" estará contento, ya que lo ha dicho públicamente, por el trabajo realizado y puede que entienda que mi decisión no es negativa si no positiva. Y mi mujer y mis hijas me verán más.

- ¡Sí!, su mujer Señor Duran i Lleida, se queja de que no le ve el pelo.

- ¡Ni mi mujer, ni usted, ni el público, ni cualquiera de los espectadores!. Además mi mujer ya me conoció sin pelo y por lo tanto no tiene derecho a quejarse.

- Pero ¿va poco por casa? A parte del sentido metafórico y literal.

- Es verdad que las agendas y las responsabilidades me ocupaban gran parte de mi tiempo, y ahora, aunque tenga responsabilidades dentro del parlamento y del partido, tendré un poco más. Aún así, procuro que el tiempo, sea el que sea, sea de calidad, que es lo importante. Es evidente que el tiempo hay que aprovecharlo con calidad, y dado que soy consciente de que dedico poco tiempo a la familia, mucho menos del que seria necesario o desearía, procuro suplirlo por la máxima intensidad, la cual nunca llegas a conseguir en fin de semana. Porque llegas el sábado que has trabajado por la mañana, llegas con la inercia de los nervios del trabajo, y cuando ya estas un poco más sereno, tienes que volver a empezar el lunes.

- Y eso lo dice usted que es un gimnasta nato.

- Gimnasta es una expresión demasiado fuerte para mí. Pero voy al gimnasio si puedo cada día, eso sí.

- Lo vemos junto a todos los políticos, tan serio con su traje y la corbata, pero a mí me han explicado, que madre mía el peso que levanta; y que se cuida mucho físicamente y que esta en muy buena forma.

- Tuve dos accidentes de caballo y de coche, de estos que de dan latigazo; y desde entonces no puedo levantar mucho peso, así que corro hago abdominales, bicicleta o cosas de este tipo.

- Me cuesta creer que sea usted tímido o introvertido como algunas personas cercanas a usted aseguran.

- Lo soy a la primera, de entrada sí, pero después creo que no, aunque a veces pueda ser.

- Sí, porque lo de declararse a la mujer fue visto y no visto. La vio, y dijo esta es la mujer de mi vida. Y muy rápido.

- Muy rápido sí. De hecho la conocí a través de un amigo, haciendo unas gestiones para un amigo de ella, y a la segunda vez que la vi, me dije que era la mujer de mi vida, la invité a cenar un día y comenzamos a salir.

- Y ahora tiene cuatro mujeres de su vida: la mujer y tres hijas. Y usted el rey de la casa.

- Hombre, como no estoy nunca, no lo soy tanto. Pero en fin sí que soy el rey de la casa.

- Eso lo habrá hecho feminista a la fuerza.

- Yo fui soltero durante muchos años, y por lo tanto tengo otro concepto de la pareja y de las responsabilidades del hombre en casa. Feminista, no es que me guste la expresión, pero ni siquiera para las mujeres. Defensa de los derechos y una actitud positiva frente a la mujer en conjunto, sí. Y procuro por lo tanto, comportarme en consecuencia.

- También porque cuando usted se casó ya era independiente. Y cuidaba de sí mismo.

- Qué remedio, si no...

- ¡Cómo que qué remedio!, su mujer se ha llevado una joya en ese sentido. No hay muchos como usted, no.

- Bueno, pero también porque yo salí muy pequeño de casa. A los 10 años ya iba a estudiar fuera y a los 15 ya trabajaba fuera y era independiente, así que llevo mucho tiempo siéndolo.

- ¿Va al mercado? Fuera de campaña quiero decir.

- Sí, aunque no ahora durante la semana; en verano decidí que iría yo.

- Yo le he visto en el mercado, puede que usted a mí no pero yo le he visto, y esto es verdad.

- Pues sí, es verdad, y también voy a comprar fuera del mercado, lo que haga falta.

- ¿Ha sido usted gamberro?

- Sí, también he tenido yo un punto gamberro.

- Señor Duran i Lleida, ¿cree que el PP prefiere a Artur Mas como candidato?

- Salió una información que decía eso y que giraba alrededor de unas declaraciones hechas por el PP, pero yo creo que esta pregunta debería de hacérsela al PP. Lo que sí sé es que el otro día me preguntaron qué opinaba y si no la hubiera dado, tampoco no hubiese pasado nada.

- ¿Quiere decir que se arrepiente?

- No, pero uno ha de ser consciente que sólo es propietario de sus silencios, y en cambio sus palabras se le escapan; y en la medida en que yo ya he hablado sobre este tema un día me dirán usted dijo...; y yo tendré que aceptarlo. Por el contrario de no haber dicho nada, seguiría siendo propietario de mi silencio y podría entonces dar mi opinión al respecto.

- ¿Le han preguntado estos días sobre la posibilidad de ser Ministro en Madrid?

- No, estos días no.

- Porque Señor Josep Antoni Duran i Lleida, suena su nombre como posible ministro. ¿No sé yo, si acabará teniendo despacho en Madrid?

- Siempre suena, pero al final ya ve que no, nunca toca.

- Pero porque usted no quiere, o porque no le dejan.

- A ver, no tanto porque no quiera, si no porque la posición que yo comparto de Convergencia y Unión hasta el día de hoy, es que no hay el marco necesario para poder participar en un gobierno del estado. Por principios no soy contrario a ello, ahora también es cierto, que ya sea con el PP o el PSOE, puedo estar en contra o a favor. Esto dependería de las circunstancias y, sobre todo, de un programa de gobierno. No se han dado las circunstancias, y por lo tanto, ya ni si quiera se han intentado ver si se coincidiría en un programa de gobierno. Sí, se me ofertó un ministerio en su día. Era el Ministerio de Exteriores y dije que no por las razones que le acabo de dar. Si un día se produjesen estas circunstancias, yo no tendría ningún inconveniente en defender la participación de C.I.U.

- Dígame una cosa: ¿Usted, quién prefiere que gobierne el estado Español? El PP, o el PSOE.

- Yo aquellos que nos entiendan mejor; y la verdad es que cuesta que nos entiendan, tanto los unos como los otros. Y sobre todo con aquellos que C.I.U. tenga la opción de influir y hacerles cambiar sus posiciones iniciales. Me gusta por tanto que sea gente que reconozca el hecho nacional catalán, que respete la pluralidad del Estado, desde el punto de vista lingüístico, nacional, cultural, que garantice el progreso social - económico. Y eso en un momento determinado lo pueden hacer tanto unos como otros. Y cuando mejor se ha garantizado esto ha sido cuando nosotros hemos sido capaces de ser decisivos en la política Española.

- O sea, que no sería mérito de los demás, sino virtud suya.

- No, yo creo que en el resultado de una acción de gobierno, y más en términos económicos, influye una gran coyuntura económica. Por ejemplo si los EE.UU. y su economía van bien o no, puede ser un factor, tal vez no determinante, pero que ayuda. Y evidentemente las decisiones que tome el Gobierno. Dentro de esto yo creo que fuimos muy decisivos a la hora de imponer una política económica que cambiara, y ha cambiado para bien.

- De volar...¿Qué?

- ¡Fatal!

- Me han explicado que aunque no le gusta, cuando es necesario lo hace. Además, las azafatas que vuelan con usted, dicen que lo pasan tan mal como usted, porque se pone un punto pesado, ¿eh?

- Bueno, pero prácticamente ya me conocen.


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