Editorial del 1 de abril de 2024

Lunes de Pascua. Es el gran día de los Maestros chocolateros. Es el último día festivo de la Semana Santa. Es festivo en Baleares, en Cantabria, en Euskadi, en la Comunidad Valenciana y en Cataluña. Pero es primer día laborable para el resto del país. Estamos de vuelta todos o casi todos. También están de vuelta los temas de la actualidad política que siguen, donde los dejamos inasequibles al desaliento.

Empieza un trimestre con tres convocatorias electorales y con dos guerras pertinaces. Mientras estábamos de vacaciones han seguido muriendo reventados por las bombas miles de personas, entre ellas personas pequeñitas que no llegarán jamás a adultos. ¿Puede el mundo civilizado seguir mirando para otro lado?

En casa podemos enfurecer por los actos atroces cometidos por los terroristas el 7 de octubre, pero también condenar la matanza de mujeres y niños inocentes en Gaza. Es una obviedad, pero algo parece moverse. Este domingo mismo salieron a la calle en Jerusalén más de 100.000 israelíes para decirle a Netanyahu que quieren elecciones ya. Y entre ellos había familiares de los rehenes.

En ese contexto, el presidente español inicia una gira por Oriente Próximo para abordar el conflicto entre Israel y Hamás. Esa gira de Pedro Sánchez le llevará a Jordania, Arabia Saudí, Qatar, para abordar el conflicto entre Israel y Hamás para defender un alto el fuego y abogar por la solución de los dos estados.

¿Creen que la opinión pública española y la europea es más sensible al sufrimiento y la injusticia que los respectivos gobiernos que tenemos en la Unión Europea?

 


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