Editorial del 24 de enero de 2024

Esta mañana los reyes de España han inaugurado esa edición de la Feria Internacional del Turismo, Fitur. Es la número 44. Este año reúne 152 países y se espera que pasen por allí cuando el viernes se abran las puertas unas 250.000 personas. Menudas cifras.

Todos sabemos que el turismo es una fuente de ingresos fundamental para España. Es uno de los grandes músculos de la economía española, pero se trata de un sector que tampoco puede tener un desarrollo ilimitado. Los datos conocidos hoy son extraordinarios. Luego lo repasaremos.

A pesar de lo que han subido los precios, cada año va creciendo también el número de visitantes. Cuando se producen excesos es cuando llega el rechazo y el hastío de los indígenas y me permite la expresión siguiendo un poco lo que dice hoy Eduardo Mendoza en una entrevista a 'La Vanguardia' que dice que los barceloneses somos ya como indios en la reserva.

Bueno, y luego está el tema del clima. Hay un informe de hoy también de la Unión Europea que dice que la subida de las temperaturas va a ir teniendo un impacto negativo en el turismo, en las regiones más cálidas. Y ahí, desde luego, está España.

Así que hoy, en el tiempo de Gabinete, vamos a preguntarnos hacia dónde va el turismo en España, si hay que poner límites o exprimirlo al máximo mientras dure. A poner cualquier tipo de regulación, le llaman algunos destacados líderes políticos 'turismofobia'. Bueno, suelen ser los negacionistas climáticos o los que creen que hacer negocio está por encima de cualquier otra consideración.