Editorial del 11 de julio de 2023

El cara a cara de ayer tuvo cifras espectaculares de audiencia, a la altura de los grandes eventos televisivos como los deportes o Eurovisión.

La conclusión unánime es que el único encuentro que veremos entre Sánchez y Feijóo fue un debate bronco, lleno de interrupciones, en el que los datos fehacientes y la verdad tuvieron un papel secundario.

El discurso político fue lamentablemente, el que al parecer corresponde a los tiempos que vivimos, donde las ideas y las propuestas parece que no pintan mucho, que carecen de gancho, y sólo importa el ambiente de ring que los púgiles persiguen y sus huestes respectivas celebran como su fuera un derbi de fútbol.

 


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