Editorial del 28 de junio de 2023

Pues por utilizar palabras de una de las protagonistas, de María Guardiola, que ahora hemos vuelto a escuchar, sigue el sainete en Extremadura. Al parecer, no eran principios los de la aspirante a presidenta o, en todo caso, no eran principios irrenunciables. Que cada cual valore qué clase de convicciones son las que pueden dormir el sueño de los justos en un cajón. Igual es exagerado considerar que eso son principios, será otra cosa.

El Parlamento extremeño ha puesto fecha para el pleno de investidura, que serán los próximos 5 y 6 de julio con Guillermo Fernández Vara como candidato.

Así que por si no estaba suficientemente prieto el nudo extremeño toma ahora velocidad de crucero y apenas concede una semana de margen a María Guardiola para encontrar acomodo a Vox dentro de su Gobierno. Cualquiera que escuche y observe, percibe que la decisión no es enteramente suya.

En la carta que envió a los militantes extremeños, Guardiola mencionaba específicamente y abiertamente la estrategia electoral del 23J, confesando que el objetivo es llevar a Feijóo a la Moncloa.

Así que hoy vamos a reflexionar sobre el nudo extremeño, pero extrapolando más allá de lo que está ocurriendo en Extremadura sobre la capacidad de maniobra que tienen o no tienen los líderes autonómicos. En general, ¿tienen autonomía los líderes autonómicos? ¿deberían tenerla o juegan en un equipo más grande y se deben a ese equipo?

 


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