Editorial del 13 de junio de 2022

Al mercado laboral español le faltan por lo menos 100.000 trabajadores, cuyos perfiles no se encuentran entre los 3 millones de parados que tenemos. Lo dicen las asociaciones empresariales y lo comprobamos cada lunes aquí en el espacio de los gremios: faltan agricultores, fontaneros, electricistas, conductores, camareros...

Esta mañana el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido una reforma de la Ley de Extranjería que incluiría el "arraigo por formación", ¿qué significa eso?, pues regularizar a los extranjeros sin papeles que se formen en sectores en los que hay trabajo pero no trabajadores.

Según el ministro, legalizando inmigrantes se combate la economía sumergida y se protegen Derechos humanos. Tenemos por ejemplo, 100 mil ucranianos en España, algunos han vuelto, pero otros siguen llegando huyendo de la guerra.

Analicemos la propuesta del ministro en el Gabinete. ¿Es el arraigo por formación una solución para cubrir la demanda de trabajadores que se vive en algunos sectores? En tiempos de xenofobia, combatirla con argumentos y políticas, ¿es una buena alternativa?