Editorial del 8 de febrero de 2022

Dos años después de la llegada de la pandemia y aún lejos de que acabe la pesadilla, asoman las cicatrices que esa crisis sanitaria ha dejado, precisamente, en aquellos que nos curan, que nos cuidan, que nos protegen...

Ya no les aplaudimos a las 20:00 en los balcones, no les vemos cada día en las noticias, o les vemos menos ataviados con sus EPIs o sus mascarillas superpuestas una encima de la otra, pero nuestros sanitarios llevan dos años trabajando ahí, en primera línea, en hospitales, Atención Primaria, vacunandonos, y ya no pueden más, esa es la conclusión.

Un estudio del Consejo General de Enfermería revela que el 85% de las encuestadas ha visto afectada su salud mental por culpa de la pandemia, hasta el punto que las enfermeras se están planteando dejar la profesión.

 


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