Editorial del 12 de noviembre de 2020

Esta mañana la Red de Estudios sobre Juventud y Sociedad ha publicado un manifiesto que nos parece interesante sobre los problemas que tienen los jóvenes en esta situación de pandemia.

La crisis sanitaria ha puesto a los jóvenes, por el hecho de serlo, bajo sospecha. Es muy fácil y sale my barato culpabilizándolos de la transmisión comunitaria del virus obviando que entre la gente adulta todos hemos visto auténticos irresponsables.

Se habla y se escribe sobre todos los sectores afectados, pero hay una indolencia general, diría yo, ante el impacto que puede tener la pandemia entre la gente joven y su futuro.

De la noche a la mañana esta generación se ha encontrado con cambios radiales en los planes de estudio, en la forma de dar clase, en un contexto que les dificulta mucho más aún emanciparse. Ya no digamos encontrar un primer empleo y, sobre todo, con la desaparición de sus espacios de socialización, que también les está afectando. Algo que es duro para todos, pero que puede ser un auténtico drama cuando uno tiene 18 o 20 años.

¿Cómo influirá la pandemia en las nuevas generaciones? ¿Es merecida esta mala fama que arrastran o es la nueva versión de aquellas inscripciones babilónicas que rezaban que "la juventud de hoy ya no es lo que era"?

Debatiremos sobre todo ello en el Gabinete con Fernando Iwasaki y Javier Gállego, que tienen jóvenes en casa, y con Estefanía Molina, nuestra gabinetera millennial.


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