Editorial del 20 de enero de 2020

La polémica por el veto parental sigue llenando titulares. Mientras estuvo circunscrito al programa electoral de Vox, nadie se ocupó de ello. Nadie hasta que Pablo Casado se ha puesto manos a las obra a la defensa encendida de la medida impuesta ya por Vox en Murcia.

Curiosamente, fue la LOMCE de Wert, por tanto del PP, la que introdujo en la ley educativa: "Lo de valorar y respetar la diferencia de sexos, promover la igualdad de oportunidades entre ellos y rechazar cualquier discriminación por razón de sexo u otra circunstancia personal o social". Aquel era el PP de Rajoy, claro, el de Casado es el que compara al Gobierno con las dictaduras comunistas.

La educación sexual, la diversidad, la igualdad, el respeto... ¿Pueden ser motivo de objeción? ¿Hay quien quiere que sus hijos sean machistas, homófobos y racistas?

Los contenidos de estas actividades no solo se ciñen a la educación sexual, como pretende hacer creer la ultraderecha, también tratan temas como el medio ambiente, la educación vial, violencia machista o el bullying en las escuelas.