Editorial del 11 de marzo de 2016

Este viernes se ha publicado el sociómetro Vasco, difundido por el propio gobierno de Ajuria Enea, y las conclusiones no pueden ser más interesantes. El número de independentistas en Euskadi ha disminuido 11 puntos en apenas 2 años. Si en el 2014 un 30% de los vascos ansiaba la separación de España, hoy esa cifra baja al 19%. Es el porcentaje más bajo de secesionistas desde 1996.

Podría decirse, pues, que la progresión en Euskadi ha sido inversamente proporcional a la ocurrida en Cataluña. Politólogos y sociólogos debieran analizar detenidamente qué ha ocurrido en ambos territorios para que los caminos recorridos por la población sean diametralmente opuestos.

Cuando los abertzales, superado el terrorismo, llegaron a tocar poder, los agoreros temían exactamente lo contrario de lo que ha ocurrido. Esto no es una opinión. Es un dato. Como lo es que Euskadi jamás ha conocido mayoría absoluta alguna y que es un pueblo que ha tenido que pactar, respetar y consensuar.

A lo mejor, algunos podrían tomar alguna idea de su ejemplo.


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