Editorial del 7 de abril de 2015

Dos nombres propios son los más repetidos hoy: Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado del PSOE, acusado de malos tratos por su exmujer y retirado cautelarmente del grupo socialista. Es verdad que tiene la presunción de inocencia, como cualquiera, pero también que es muy grave la acusación que, si llega a tomar cuerpo en la apertura de juicio oral ante el Supremo, supondría la expulsión del PSOE y la reclamación de su acta como parlamentario europeo.

Quince horas ha tardado solo el PSOE en reaccionar. Era, desde luego, imprescindible manifestar tolerancia cero ante la más mínima duda de maltrato. El resto, está en manos de los tribunales y, por tanto, huelga toda opinión.

El otro nombre propio del día es el de Toni Cantó, que abandona por su propio pie el escaño en el Congreso y su candidatura a la presidencia de la Generalitat Valenciana, aunque no abandona UPyD hasta después del Congreso Extraordinario tras las elecciones de mayo.

Cantó se marca un gesto coherente y cumple algunas de las condiciones que Ciudadanos supuestamente le habría puesto si quiere desembarcar en sus filas.

El último nombre del día es el del presidente del Gobierno ante los suyos esta mañana afirmando que "las siglas PP son las que les harán ganar las elecciones". Rajoy ha lanzado dardos a diestro y siniestra, nunca mejor dicho, porque sea por Podemos o por Ciudadanos, el presidente les ha considerado una "pandilla de amigos" que andan buscando candidatos por "las cafeterías".

Argumentos de alta política, sin duda.


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