Editorial del 6 de abril de 2015

Para ser jornada festiva casi en la mitad de las comunidades autónomas, no puede decirse que este lunes de Pascua, tras las vacaciones de Semana Santa, haya empezado a medio gas. Al contrario, la clase política parece tener prisa por arrancar el segundo trimestre. Cosas del año electoral.

Rajoy ha empezado dando entrevista, la quinta en lo que va de año, frente a las tres que concedió durante todo 2014. Ha celebrado los datos del paro de marzo conocidos esta mañana. Ha negado todas las evidencias y ha dicho estar muy contento de cómo funciona el Gobierno y el partido. Pese a las pullas que se intercambian desde el sábado los afines a Cospedal y los afines a Arenas. Lo de Rajoy será retranca gallega. Rara, pero retranca.

Albert Rivera habla también ante los periodistas en Las Palmas durante casi cuatro horas. Sabe que está en alza y aprovecha cada minuto para difundir su ideario. "No es marca blanca del PP", ha dicho, simplemente "hay fórmulas políticas caducas que tienen miedo a Ciudadanos", añadió.

Pablo Iglesias arranca el lunes de Pascua con rueda de prensa, diciendo que ellos son el cambio, frente al recambio que representa Rivera. A día de hoy, el debate con más gancho sería el que protagonizasen los líderes de Ciudadanos y Podemos.

El eje izquierda-derecha está vivo en contra de lo que muchos dicen. Lo que ocurre es que late en otros liderazgos emergentes.


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