Editorial del 7 de enero de 2014

“La gran Familia” tiene una buena y una mala noticia. En la familia real recae la mala, con la re-imputación de la Infanta Cristina, re-protegida hasta ahora por la fiscalía, la agencia Tributaria y, por supuesto, por Miquel Roca, que ya ha anunciado un recurso en contra del auto del juez Castro.

227 folios se ha tomado el magistrado para justificar una imputación que en ningún caso es condena aún, sino eso que tanto hemos oído en España en los últimos tiempos, “por fin la posibilidad de defenderse ante un Tribunal”.

La buena noticia de “la Gran familia” es que es ésa la película española que puede convertirse en la triunfadora de los Goya a juzgar por las múltiples nominaciones -12- que ha obtenido esta mañana.

El año empieza como la pelvis de la Sra Merkel y el contrato de Sacyr en Panama, o sea, con dolor. El mismo que ha expresado, una vez más hace un rato, el presidente catalán, Artur Más, que sigue, inasequible al desaliento con su plan.

El calendario no ha aportado grandes novedades a un año que, en general, sigue informativamente con los viejos argumentos del 2013.


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