Editorial del 6 de abril de 2011

España tiene fama de ser país de grandes entierros, por eso es previsible que el harakiri político a medio plazo del presidente del gobierno, sea ensalzado vivamente por los suyos. Es más raro que otros lo hagan. Por eso ayer fue sorprendente el editorial del Finantial Times alabando clara y meridianamente la gestión de Zapatero y hoy resultará también incómodo a sus detractores, que el presidente del Fondo Monetario Internacional elogie las impopulares medidas políticas acometidas por el gobierno en materia fiscal, laboral, financiera y sobre las pensiones. Dominique Strauss –Khan dice ahora a tiro pasado que aunque España fue puesta durante un tiempo en el mismo saco que países como Grecia, Irlanda o Portugal, tal cosa nunca se ajustó a la realidad española.

Que lo hecho por el gobierno español para que hoy hablen bien de España tanto el Finantial Times como el FMI no es nada taquillero da fe el último sondeo del CIS: sólo el 20% de los españoles está de acuerdo, por ejemplo, en alargar la edad laboral hasta los 67.

El sacrificio colectivo será alto, pero, por de pronto, noten que aquel mensaje catastrofista del rescate español, ha desaparecido.