Editorial del 10 de marzo de 2010

El pederasta español que consiguió salir de España y buscar trabajo, nada menos que en un orfanato de Guatemala, ha sido detenido esta mañana y se tramita ya su extradición. Los oyentes fieles del programa escucharon ayer en el Territorio Negro como Marlasca y Rendueles nos pusieron en antecedentes de esta historia siniestra de un tipo que empezó en España haciendo de canguro y organizando campamentos infantiles, que fue juzgado y que pasó en la cárcel apenas 4 meses.

Gabriel Jordá era un pedófilo muy reputado en la red entre los de su misma calaña porque aportaba abundante material en fotos y videos, de niños muy pequeños a los que siempre desnudaba y azotaba ante la cámara. Ayer nos pareció inaudito que un tipo así pudiera salir del país sin obstáculo alguno, y que llegase a un orfanato en un lugar remoto de Guatemala. Allí siguió con sus actos repugnantes hasta que dos cooperantes españoles que llegaron como voluntarios, observaron conductas impropias con los huérfanos, teclearon su nombre en internet y se encontraron con un artículo de Marlasca y Rendueles.

A partir de aquí, ya conocen la historia. Celebramos que un trabajo periodístico bien hecho haya descubierto el escondite de este individuo. Y nos inquieta que no haya un fichero internacional para que la policía evite que esto ocurra.


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