Editorial del 15 de octubre de 2009

En el año 2006 se aprobó una ley, la de conflictos de intereses de altos cargos, por la cual hoy, por primera vez en la democracia hemos conocido el patrimonio y deudas de todos los miembros del gobierno, presidente, vicepresidentes, ministros y secretarios de Estado.

Tres años ha costado desarrollar la ley. Hoy vencía el plazo para hacer públicas las declaraciones de la renta y patrimonio del gobierno y in extremis, hoy se han publicado en el Boletín oficial del Estado.

Saber lo que tienen quienes nos gobiernan no deja de ser anecdótico, pero bienvenida sea esa transparencia en tiempos de tanta desconfianza hacia los que están en política. La ministra Garmendia, tal vez porque viene del mundo de la empresa es, con diferencia, la más rica del gabinete. Quizás por eso, es también la que más debe. Casi 5 millones de patrimonio, y casi 600 mil de deudas. Le sigue el ministro Sebastián a mucha distancia con un millón setecientos mil y Rubalcaba con un millón doscientos mil. En la parte baja de la tabla está el presidente del gobierno con 209 mil, entre bienes muebles e inmuebles. Zapatero está en la mitad de la tabla. Menos que él tienen Trinidad Jiménez, Ángel Gabilondo, Chacón, Corbacho y Caamaño. Resulta chocante que Manuel Chaves sea el más pobre, con la excepción de Bibiana Aído, que es el único miembro del gobierno que debe más de lo que tiene. Debe 109 mil y tiene 38 mil.


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