Editorial del 16 de junio de 2009

Dicen que la victoria y el éxito tienen muchos padres. En el ámbito político ese aforismo alcanza proporciones espectaculares.

Esta mañana el Presidente del Gobierno ha inaugurado en Barcelona uno de los mejores aeropuertos de Europa, la T1 del Prat, que está llamado a neutralizar los tremendos agravios comparativos que sufría con respecto a la T4 de Madrid. “Jamás el gobierno de España había invertido tanto en infraestructuras en Cataluña como en estos momentos”. La frase es de José Montilla, y tiene su mérito porque las relaciones entres ambos presidentes son manifiestamente mejorables.

Puede que hoy se haya puesto la primera piedra para la reconciliación, siempre y cuando llegue la dichosa finanaciación que hoy Zapatero dice estar a pocos días de nacer.

Pero a lo que íbamos, hoy el gran tema en Cataluña respecto a la nueva terminal es “quién puso más” que cantaba Victor Manuel. Convergentes y populares sitúan la semillita en el pacto del Majestic entre Pujol y Aznar. Otros van más lejos y se remontan a la época de Felipe Gonzalez. De hecho hay fotos de dos primeras piedras: una de Aznar en el 2002 y otra de Cascos en el 2003. Pero la cinta la ha cortado Zapatero. Así son las cosas por más que otros muestren pruebas de adn que acreditan su paternidad.

Por cierto, podríamos recordarles a todos –convergentes, socialistas y populares- que las grandes obras, como las pequeñas, y los sueldos de los que ponen la primera priedra o las inauguran, salen de los impuestos de todos. Un pequeño detalle.


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