02/09/2016
La vida política española se ha instalado en el ritual del duelo: los contendientes se han desafiado, han escogido las armas y saben que la función acaba con la inevitable muerte (política) de uno de los dos. Si es Rajoy, su partido pervive y se vigoriza; si es Sánchez, su partido se despeña con él. El resto hacemos frente al otro duelo, el de sobrellevar la muerte... de la ilusión colectiva.