La Opinión de Tenerife, 8 de junio de 2010

“Para subir las audiencias hay que tener altura, aportar preparación y saber comunicar”

Por Lili Quintana Díaz

Presume de equipo de trabajo y delega con su particular y dulce voz, además del gusto por el lenguaje. Su sonrisa oculta a una mujer de carácter que combina inteligencia y elegancia. “Llevo veinte años trabajando con el mismo equipo humano y no necesito dar gritos para reducir la tensión en los momentos difíciles, obtener un mayor rendimiento, lograr una mayor pluralidad y enriquecer el debate. Sólo se necesita sentido común y psicología positiva”, manifiesta la periodista Julia Otero.

Vestida con pantalón, blusón y sandalias negras, su habitual peinado y sin maquillar, conversamos con Julia Otero en el hall del hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, donde se sincera sobre su vida profesional y familiar.

- El nombre de su programa es Julia en la onda. ¿Está usted en la onda de la vida?

- No se sabe cuál es la onda de la vida de la gente. Pero mi onda es la misma que la de las personas que quiero y me interesan.

-¿Quién domina su vida?

- El trabajo y, a veces, la angustia de no llegar a todo. Sobre todo la dedicación a la familia.

- ¿Qué aporta Julia Otero al mundo de la radio?

- Una visión progresista, feminista y de respeto a la pluralidad.

- ¿Qué nivel tiene la radio?

- La radio es un reflejo de la sociedad. No hay altos ni bajos. Ha habido tiempos mejores. Pienso que todas las personas son respetables, pero hay muchas actitudes que no lo son.

- ¿El periodista nace o se hace?

- El periodista se hace. Tiene que saber informar con rigor y contrastar las fuentes.

- ¿Cualquier periodista está capacitado para conducir los silencios de la radio?

- No. Como decía McLuhan el medio es el mensaje. Hay que conocerlo para saber transmitir un mensaje veraz y creíble.

- Como medio de masas, ¿tiene la radio una faceta educadora?

- La educación se da en la familia, en las escuelas y en las universidades. La única faceta que tiene la radio es divulgar, entretener y divertir.

- ¿Por ahora las ondas están dominadas por hombres?

- Sí, es un mundo de hombres. Los medios de comunicación no pueden presumir de dar lecciones de paridad a nadie.

- ¿Y para cuándo las mujeres?

- Hemos arrancado. Aún tenemos la losa de la inercia histórica.

- ¿En su programa hace un recorrido por la actualidad?

- Todos los días.

- ¿Destaca por sus entrevistas?

- Hay que saber escuchar y estar dispuesto a cambiar el objetivo de la misma. Escuchar es el secreto, como ocurre en la vida.

- ¿Y la sección más añorada es El Gabinete?

- El Gabinete es un espacio emblemático del programa, tiene voces por su solvencia intelectual y por su singularidad.

- Radio, televisión y después la radio. ¿por qué tanto flirteo?

- Empecé con 17 años en la radio. Es un medio apasionante por la inmediatez y la credibilidad. La televisión te permite acercarte a los espectadores. Sin embargo, no me atrae la televisión de hoy en día.

- ¿Cómo se sube la audiencia?

- Hay que tener altura, aportar preparación y saber comunicar.

- Sus oyentes le siguen siempre. ¿Dónde sitúa los límites?

- Nuestra meta son los oyentes. Encuentro en los medios mi mejor forma de expresión. Suelo hablar sin tapujos pero con humildad. Creo que los oyentes no se merecen periodistas que estén mal pagados y que hoy en día no son respetados.

- ¿Con qué político o personaje se ha sentido más incómoda en una entrevista?

- Con Camilo José Cela. Era un misógino irredento. Seguro que tenía un mal día.

- ¿Le gustaría ver a una mujer como presidenta del Gobierno?

- Claro, antes de morirme.

- Usted es una conocida antitaurina. ¿A qué es debido?

- No me gusta el dolor aunque sea el de un animal.

- ¿Por quién se tiraría a la piscina?

- Sin lugar a dudas por mi hija Candela. A sus trece años es una niña maravillosa y feliz.

- ¿Usted opta por la credibilidad o por el puesto de trabajo?

- Sin lugar a duda, por la credibilidad, porque un comunicador no debe comulgar con todo aquello que digan; yo creo que se ha de tener una visión crítica. Nuestra visión no es lamer el culo de nadie, pero bueno, eso ya son cuestiones de talante y de elección personal. Aunque como están las cosas [risas] habrá que cuidar el puesto de trabajo.

- ¿Es una mujer vulnerable?

- Soy frágil pero al mismo tiempo fuerte con mi gente.

- ¿Es más duro desnudarse ante el micrófono?

- En la radio te tienes que desnudar y transmitir emociones.

- ¿Debe la mujer sacrificar su belleza y personalidad por la moda?

- No [se revuelve en la silla]. Es impropio de una mujer inteligente preocuparse por tener la talla 38. Hay que saber envejecer.

- ¿Interesa hoy la política?

- Interesan las batallas políticas, los enfrentamientos y el espectáculo. El sentido de la política es indestructible y creo que todavía hay personas honestas.

- ¿No se está creando una cierta alarma social con el énfasis en la crisis económica desde los medios de comunicación?

- Soplan malos tiempos para España y algunos se han aprovechado para tomar el atajo más corto y llegar al poder sin escrúpulos.

- ¿También el reporterismo a pie de calle ha perdido terreno frente al vale todo?

- Ahora está de moda el sensacionalismo, el despojar a las personas de sus miserias. Sólo vale lo inhóspito y el lujo.

- ¿Cómo se puede acabar con la televisión basura?

- No se puede acabar con la televisión basura porque hay gente dispuesta a seguirla. Y continuarán proliferando los programas. No podemos olvidar que la comunicación es seducción y seducir quiere decir convencer y no enredar.

- ¿No cree que en el periodismo actual hay demasiado intrusismo?

- No, sólo hay flor de un día. A eso no se le puede llamar periodismo ni intrusismo.

- ¿Qué le parece la competencia que le acompaña en su franja horaria en otras emisoras?

- Va por épocas. El único compromiso lo tengo con el radioyente y la información.

- ¿Cómo es Julia Otero en su vida no profesional?

- Soy muy hogareña. Estoy casada con un médico que es el padre de mi hija. Voy al súper, me ocupo del cole de Candela, de sus tareas y de sus cosas. Nada distinto a otras mujeres.

- ¿Utiliza internet?

- No, no navego. Yo soy del papel, necesito folios blancos y bolígrafo, en este sentido soy una mujer muy antigua.


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